Andaba de viaje...no demasiado lejos pero por inexplicables razones no había vuelto. A mi hermano le dije que me estaba dedicando a vivir más que a escribir. Para otro ser maravilloso dormía intentando acabar con el cansancio; sé de algunas otras personas que me esperaban en un silencio invaluable y de aquel amigo inolvidable que me gritó cuando pasaba frente de su casa: "¡¡qué pasa con su página!!" al que le tengo que confesar que hace mucho tiempo que no me llamaban la atención por no escribir...
La última persona que lo hizo, a veces me escribe...se preocupa sobre mi salud y sobre todo aquello que me hace feliz. Pues bien; quiero que sepan aquellos que a veces me extrañan que me hace feliz viajar, dormir y que alguien se preocupe de que yo escriba.
Les dejo todos los textos que les debía y un abrazo grande que intenta justificar una ausencia que nunca será eterna.
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