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Mostrando las entradas etiquetadas como cartas que no mandé

El camino

M e alejé de ti, no por falta de cariño, sino buscando algo que en la apacigüedad de tus besos yo no hallaba. Me fui camino inseguro buscando el olvido teniendo la certeza de tu abrazo. Me descuide, no lo niego y fui apretando ortigas donde tu amor cristiano me daba espigas. Me moldeaste la ternura y con paciencia esperaste el brotar de un te quiero de mi estrecha boca; sin embargo, me fui de ti a un rumbo distante de tu cariño y me hice piedra de pura inseguridad y falta de paciencia para demostrarte mi cariño…y tuve miedo, tanto miedo de perderte. Pero vino el camino exigiendo ser recorrido y yo me mostré cobarde, sin hacer nada para protegerte de mi frío actuar con respecto a ti; me valí de tu paciencia y ese modo tan dulce que tú tienes de comprender mis cosas, para seguir rumbo distante buscando excusas para no amarte…me arrimé al calor de antiguos afectos; abrigada mi espalda con el húmedo poncho que es la noche, entonces me acordé de la tibieza de tu pecho, del umbr...

Querida amiga

S ería gracioso contar con la venia de Roberto Fontarrosa y de Ariel C Arango para profundizar contigo acerca de lo que para ti y para mí conllevan las malas palabras. Explicarte que la única vez en que tú me insultaste mantuve un largo silencio no por miedo, mucho menos por lástima. Me quedé callado porque las tuyas nunca fueron en realidad malas palabras. Fueron palabras de dolor como dolidas son las palabras de aquellos que nos insultan no solo con sus palabras, sino que cotidianamente también con sus actos. Nada tengo en contra de aquellos y aquellas que no pueden articular sus iras y sus frustraciones de otra manera que no sea con palabras con espinas, de aquellos y aquellas que no saben muy bien como decir sin ser enjuiciados por el insurrecto acto de decir lo que otros murmuran o callan. Las malas palabras, convengamos, no han de ser aquellas que no son más que el eco de la pobreza ya no solo material, sino que también de la falta de educación y de afectos. Malas palab...

Estas flores para pepita

M e han sugerido que las envíe. Que domine el miedo de hacerles cruzar el Atlántico para que lleguen hasta donde tú estás como regularmente te han de llegar los afectos de quienes te piensan. Conoces de la de la admiración y del respeto que te rodean; presientes, seguro, lo que sentimos aquellos que estamos más lejos de tu voluntario retiro. Entiendes desde tu distancia que habemos muchos que por variados motivos te recordamos. Que te vemos niña, prodigio y alegre en aquellas películas con las que al fin te has reconciliado. Miramos tus fotos de adolescencia, entendemos que de variadas formas muchos de nosotros vivimos nuestro propio paso de la infancia a la adolescencia a trasmano de los pasos tuyos. Cantabas y bailabas pequeña malagueña sin tener completa certeza entonces que aquella alegría tuya se usaba para distraer la atención de los incautos, para disimular los atropellos que normalmente disimulan los enjambres de fascistas con sus circos y carnavales varios. Creciste, era ...

Llegado el momento

L legado el momento...no queda más que agradecer; poco importa a quién le reza, solo queda agradecer. Haber vivido para ver que sus hijas ya pueden valerse por si mismas. Mirar el rostro de aquel que hace tantos años ha estado a su lado y comprender que aunque no siempre estuvo cerca, estuvo. Sabe, no siempre los seres que amamos se quedan junto a nosotros...los que se van jamás se enterarán cuánto pudieron ser amados. Usted ha amado y ha amado mucho; incluso equivocadamente a renunciado a amarse a sí misma para amar a aquellos que hoy la miran llorar. No se le ocurra siquiera la idea de que tendrán compasión o lastima; de ninguna forma...todos saben que usted es fuerte, supieron de lo que se precisa para mantener a la familia unida, la vieron hacer milagros con tan poco y nunca sintieron que les faltará nada. Esto que digo no es fácil sabe, incluso para los más fuertes; como podría pensar entonces alguien que usted es débil, que no sabe como salir adelante. Llegado el momen...

Carta

D ías de amor o de paz ¿Qué piensa usted…? ¿De qué depende encontrar el amor o la paz? ¿Se debe salir a buscar a la calle o simplemente buscar aquí adentro? ...Bien adentro debe buscar quien quiera embarcarse en esta descabellada aventura. El amor no existe, al menos ese amor acaramelado que hoy en día se usa para vendernos tantas cosas. La paz está subyugada a guardar silencio. El amor como otras palabras capitales es mucho más fácil de escribir o teorizar que de poner en práctica. ¿Quién dijo que estaba hablando del amor de pareja…? Ese más que ninguno es pasajero, yo estoy hablando del amor que te transforma la vida cuando ves a un niño sufrir hundido en el irascible ir y venir del huracán de lo injusto. Ese amor que te aborda cuando ves a desvalidos ancianos maltratados en los hospitales o cuando descubres que alguien muy cercano a ti se siente solo. Hablo del amor que busca cambiarnos a nosotros mismos en aquel loco afán de ser para aquellos que nos aman tan solo la s...