Ya no pienso como en la adolescencia que este sea el mejor western que se haya filmado. No es que aprecie menos esta película que tantos han disfrutado tantas veces, si no más bien que en los últimos años me di la oportunidad de revisar el genero de manera mucho más profunda; y si bien es cierto ya no escribiré que es la mejor, si debo escribir que es una de las más imitada, más recordada y reverenciada cinta de las que nos han transportado hasta el oeste.
Sergio Leone; su director, ya había filmado dos sorprendentes western antes de este. Por un puñado de dólares (1964) y Por unos dólares más (1965). Aunque nunca se plantearon de esa manera se les relaciona como si fueran parte de una trilogía por elementos que se repiten a lo largo de los tres filmes (el hombre sin nombre que en las tres representa Clint Eatswood, el cazador de recompensas que en dos representa Lee Van Cleef y la gloriosa música de Enio Morricone que nos pone los pelos de punta en las tres.
Estas películas dieron origen a la denominación spaghetti western (recordar que el western es en origen la expresión máxima de la historia y el cine de los Estados Unidos) y aunque en un comienzo se usó de manera despectiva, con el paso del tiempo terminó siendo una marca registrada de un tipo de películas demasiado populares y en el caso de esta que comento; la más recordada.
Tres hombres van tras un tesoro en monedas de oro; ninguno de ellos tiene la información completa de su ubicación (saben que es en una tumba en cierto cementerio) a lo largo de la película los vemos enfrentarse, cooperar el uno con el otro y permanentemente traicionarse. Situaciones cómicas, otras muy dramáticas nos van guiando hacía uno de los mejores clímax de la historia del cine en general y del western en particular. Un duelo mítico a tres bandas que es filmado de manera magistral.
Si no la han visto: primero paciencia, dura más de tres horas, segundo inviten a verla a un abuelo, a su papá o a un amigo, claramente es una película para niños de todas las edades y tercero...se puede ver gratis en Internet. Que la disfruten.
Sergio Leone; su director, ya había filmado dos sorprendentes western antes de este. Por un puñado de dólares (1964) y Por unos dólares más (1965). Aunque nunca se plantearon de esa manera se les relaciona como si fueran parte de una trilogía por elementos que se repiten a lo largo de los tres filmes (el hombre sin nombre que en las tres representa Clint Eatswood, el cazador de recompensas que en dos representa Lee Van Cleef y la gloriosa música de Enio Morricone que nos pone los pelos de punta en las tres.
Estas películas dieron origen a la denominación spaghetti western (recordar que el western es en origen la expresión máxima de la historia y el cine de los Estados Unidos) y aunque en un comienzo se usó de manera despectiva, con el paso del tiempo terminó siendo una marca registrada de un tipo de películas demasiado populares y en el caso de esta que comento; la más recordada.
Tres hombres van tras un tesoro en monedas de oro; ninguno de ellos tiene la información completa de su ubicación (saben que es en una tumba en cierto cementerio) a lo largo de la película los vemos enfrentarse, cooperar el uno con el otro y permanentemente traicionarse. Situaciones cómicas, otras muy dramáticas nos van guiando hacía uno de los mejores clímax de la historia del cine en general y del western en particular. Un duelo mítico a tres bandas que es filmado de manera magistral.
Si no la han visto: primero paciencia, dura más de tres horas, segundo inviten a verla a un abuelo, a su papá o a un amigo, claramente es una película para niños de todas las edades y tercero...se puede ver gratis en Internet. Que la disfruten.
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