Una de las notables películas que cumplen cincuenta años este 2017 es este drama de acción pura la protagonizada por Warent Beatty y Faye Dunaway y magistralmente dirigida por Artur Penn. Muy polémica en su momento; es muy entretenida en estos tiempos. Se adelantó a muchos de los elementos cinematográficos que a tantos nos gustan y aunque clasifica como una película de gansters; en muchos aspectos es mucho más que eso.
Esta la historia de una pareja norteamericana que asalta bancos en los años que van entre la primera y la segunda guerra mundial y de la gran depresión en la economía norteamericana forma parte de la historia grande del cine porque a pesar de su tema tan norteamericano, está filmada como si fuera una película europea. Es elegante en muchos aspectos y hace de lo violento un placer estético. Hacia fines de los sesenta era un verdadero atrevimiento contar una historia como ésta recurriendo a imágenes tan explicitas. A lo violento se suma la interesante carga erótica que brota de la pareja protagonista, un sentido del humor más bien negro y escenas que dividieron a algunos críticos que claramente tuvieron que replantearse sus opiniones después de ver el aplastante éxito de publico que obtuvo la película; pero sobre todo por las diez nominaciones que recibió a ciertos premios que no siempre son garantía de calidad (aunque en este caso recibió dos premios de la academia).
Una obra reverenciada por futuros directores (es muy posible que muchos clásicos de la década del setenta no hubiesen sido iguales de no haber existido antes esta película) es una cita obligada para los amantes del cine de acción. Cuenta con actuaciones memorables (Gene Hackman y Gene Wilder, también están entre los actores y Estela Parsons ganó uno de los Oscar como mejor actriz de reparto) un montaje dinámico y fascinante. En resumen; Una película que sigue siendo tan notable como lo era hace cincuenta años.
Esta la historia de una pareja norteamericana que asalta bancos en los años que van entre la primera y la segunda guerra mundial y de la gran depresión en la economía norteamericana forma parte de la historia grande del cine porque a pesar de su tema tan norteamericano, está filmada como si fuera una película europea. Es elegante en muchos aspectos y hace de lo violento un placer estético. Hacia fines de los sesenta era un verdadero atrevimiento contar una historia como ésta recurriendo a imágenes tan explicitas. A lo violento se suma la interesante carga erótica que brota de la pareja protagonista, un sentido del humor más bien negro y escenas que dividieron a algunos críticos que claramente tuvieron que replantearse sus opiniones después de ver el aplastante éxito de publico que obtuvo la película; pero sobre todo por las diez nominaciones que recibió a ciertos premios que no siempre son garantía de calidad (aunque en este caso recibió dos premios de la academia).
Una obra reverenciada por futuros directores (es muy posible que muchos clásicos de la década del setenta no hubiesen sido iguales de no haber existido antes esta película) es una cita obligada para los amantes del cine de acción. Cuenta con actuaciones memorables (Gene Hackman y Gene Wilder, también están entre los actores y Estela Parsons ganó uno de los Oscar como mejor actriz de reparto) un montaje dinámico y fascinante. En resumen; Una película que sigue siendo tan notable como lo era hace cincuenta años.




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