L os vi primero en la parada de buses, el de poleron plomo zapatillas naranjas estaba solo; el liceano rodeado por su grupo. Abordamos el bus y como es propio de un antisocial que se precie de tal, nos sentamos todos en los últimos asientos. El liceano no se sentó, se apoyo en la puerta de bajada y desde la escalera continuó con su retórica sobre el arte de los golos a la cual sus compañeros atendían como se atiende solo a lo que tiene algún sentido para esta generación. El del poleron plomo y las zapatillas naranjas los miraba desde uno de los asientos, él no hablaba y sin embargo también llevaba golos. Los liceanos en medio de su conversación dedicaban de tanto en tanto breves miradas al desconocido. _ ¿Cómo te veriai desafiándolo a él en un duelo...? lanzó al aire y como talla uno de los a esa altura declarados fans del liceano. El aludido bajo de la nube triunfal en donde su séquito de admiradores le habían situado y ceremonioso observó los instrumentos del de pol...