Poco de la
historia oficial, mucho de las historias del alma, la de los abrazos, las
equivocaciones y las certezas. Todas allí, en sus páginas. Magnifico y
magnético, cercano e íntimo el hombre es todos nosotros y más.
Hay que ver lo
rápido que uno es capaz de leer sus libros; pocas veces la lectura resulta más
cómplice y cercana. Las letras hablan sobre
el ayer y el ahora con el sentido que solo adquiere lo necesario.
Los que viven
para etiquetar lo archivaran seguro entre cronistas o tal vez lo degraden a
simple periodista; pero nosotros sabemos que él es más que eso…es el hermano
que anda de viaje pero siempre vuelve, el que cuando regresa sabe cuáles serán
las memorias que necesitaremos conocer y conservar.
Nos cuenta con
la naturalidad con que le contaron, no son necesarios los adornados salones
para escucharlo o leerle; él escribe y nosotros escuchamos o leemos como en
antaño algunos contaban y otros respetuosamente escuchaban. Cada libro, cada
historia son una tarde nueva, una tarde donde se comprende el porqué de la
jornada.
A través de él
hablan los nadie y se enriquecen los de siempre. Sin embargo sus palabras
cobran vida propia y enriquecen a muchos con algo que alcanza mayor valor del
que pueden comprender aquellos que creen que se puede ser rico solo a través
del dinero.
estamos todavía (2008-2010)

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