No le tuve miedo a la muerte
Que en un invierno largo
Me acompaño insistentemente
Ni a la crueldad de algunas horas
Que siempre supe debían venir
Si moría solo poco importaba
O si me mordía una bala
Lo mismo sé que me daba
Anduve la noche cuando ésta
Es avanzada en edad y las estrellas
Se esconden por miedo al amanecer
No le temí al poder de la autoridad
Ni a tenderle mi mano al necesitado
Me alejé un día del que era mi rebaño
Y fui la oveja negra que se negó
A limpiarse el
odio besando el escapulario
A nada le tuve miedo y puedo
jurar
Que esto es en verdad cierto
Pero esta madrugada hay algo
Que me inquieta más allá de lo deseado
No es cobardía es algo nuevo y
extraño
Se escurre, se escapa de mis manos
Me clava a este segundo de la vida
Congelando al tiempo en una sola
Y rotunda pregunta que estorba en
Mis ojos cuando intento cerrarlos
¿Llegará la
muerte ahora a acompañarme
Con su fría mirada y su absurda
corte?
Ahora que cada día para mí es de alegría
Ahora que duermes a mi lado...
No le tuve miedo al dolor
Ni a sus inesperados contrastes
Pero no lo puedo negar; siento temor
Aun siendo valiente
A despertar un día y mi lado no
hallarte.
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