Me acabo de dar cuenta que he comentado muy pocos libros de poesía. Confieso que la poesía para nada es fácil de comentar; debe ser más bien "sentida". Hay quienes se toman mucho tiempo para leer un poema, quienes buscan entender en vez de sentir y quienes abiertamente consideran una perdida de tiempo irreparable el hecho de siquiera intentar leer poesía. El hecho es que a mí me gusta leer poesía (a veces intento escribirla) y uno de los primeros libros que me permitió sentir de sobremanera fue La voz a ti debida de Pedro Salinas.
Pedro Salinas fue un muy importante poeta español de aquello que en el siglo recién pasado los expertos llamaban presuntuosamente "La generación del 27", compartió un mismo tiempo con otros importantísimos poetas incuestionablemente mucho más reconocidos, pero él fue el que se enamoró de cierta periodista norteamericana y escribió este libro al cual, en sus primeras páginas, le atribuyó el subtitulo de poema; tal si fuese, desde inicio a fin un único poema que bordea las noventa páginas.
Poesía de amor, pero no de la cualquiera. Poesía en el buen sentido de la palabra, de aquella que al enamorado tanto como a la musa inspiradora le otorgan razones varias para reflexionar. Versos que claramente influyeron en muchos poetas posteriores y que es una delicia volver a leer una y otra vez. investigando para esta entrada me enteré que era la primera parte de una trilogía de libros que casi no puedo esperar para terminar de leer. Este tipo de poemas son capaces de lograr que más de alguien deje de pensar que es una perdida de tiempo leer poesía.
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