Ir al contenido principal

Sexta conciencia

*

Cuando en el mundo hay todavía tanta pobreza, tantos dramas humanos; cada día se hace más necesaria la evasión. Necesitamos ver el mundo con otros ojos, verlo todo de una manera despreocupada porque qué duda cabe, todo lo que pase en una pequeña aldea a largo o corto plazo, repercutirá en nuestra propia aldea.

El peligro está en hacer de la evasión un credo de cada día. Desde el comienzo de los tiempos hemos buscado olvidar el dolor, el cansancio o la pobreza viviendo vidas que no son las nuestras. Cada vez más personas llegan a la sencilla conclusión que nos dice que son tantos los problemas que tenemos que superar a diario que no viene al caso preocuparse de los problemas ajenos; esta es la filosofía del individualismo, una filosofía ajena a la razón de ser de la mayoría de las artes.


**

Las canciones que hablan de amores sufridos, que repiten un mismo estribillo desde siempre son las que la gente mejor recuerda. La música del verano, los bailes que definen a cada época. Todos aquellos acordes que dicen muy poco, son los acordes de que marcan la vida de la mayoría de las personas. No son precisamente cómodos aquellos cantores que nos recuerdan el sufrimiento que de tantas formas el mercado busca hacernos olvidar; definitivamente, no es algo que estimule a las masas la música puesta al servicio de una causa social.

Es verdad que cada cierto tiempo, alguien nos recuerda que hay asuntos que entre las personas aún siguen estando pendientes, que la música con contenido viene y se va porque es mucho más lo que vende aquello que nos ayuda a olvidar, la música que nos conecte con los días y las horas en que fuimos felices. La nostalgia de lo bello, de lo inocente eternamente seguirá siendo mejor recibida que aquellas manifestaciones artísticas que nos recuerdan la tristeza, el desamparo y el olvido al que tan naturalmente cada vez menos nos entregamos.


***

No cabe la menor duda de que a partir de mediados del siglo xx la evasión tiene una reina absoluta, una fábrica de realidades paralelas y el santuario más convincente que cualquiera de los devotos hubiese añorado alguna vez, una ventana cada vez más grande que dicta la manera en que las masas deben vivir y entender las cosas. Me refiero claramente a la televisión. Cuando ella entró en nuestros hogares se acabaron para siempre las desigualdades. Aparentemente ricos y pobres vemos lo mismo porque la televisión es profundamente democrática.

Años de ensayo y error parecen confirmar que mientras más liviano los contenidos mejor es el resultado para todos. El cansancio acumulado tras inhumanas horas de trabajo se compensa con conversaciones banales, exaltación de triunfos o derrotas en deportes que casi nunca practicamos, vidas que aunque no nos pertenecen, terminamos inevitablemente considerando como referentes para nuestras propias vidas. En la televisión, sin necesidad de otra entrada que no sea la cuenta de la luz eléctrica pagada a la fecha, podemos ver las películas que por incontables razones no pudimos ir a ver al cine. Eso sí, en la televisión casi nunca se exhiben películas que hagan pensar, no se financian programas que enriquezcan verdaderamente nuestra cultura principalmente porque son muy pocos aquellos que los ven. Los noticieros permanentemente muestran delitos, pero no las causas, las telenovelas nos permiten presenciar las desdichas de otros bajo el acuerdo tácito que siempre para los buenos llega un final feliz y para los malvados un castigo ejemplar.

Existe algo llamado servicio de cable, pero, poco a poco el poder de la oferta y la demanda, la inevitable necesidad de evasión ha ido tornando propuestas culturales en aquel credo tan antiguo de que lo que permanece es lo que vende y no aquello que haga pensar más allá de lo económicamente adecuado. 

 


 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Quelentaro

Q uiero hacer este homenaje ahora porque no quiero llegar con él cuando sea tarde. Remontarme a la infancia porque aunque resulte inapropiado, una irresponsabilidad de mis padres o quién sabe qué cosa....lo que más recuerdo de mi infancia son las coplas del dúo Quelentaro . Eran un conjunto en un comienzo (cosa que muy pocos en realidad saben) después pasaron a ser un dúo y gran parte de los años ochenta era solo Gastón el que cargaba con el pesado nombre del arte que para tantos de nosotros es enorme debido a que su hermano Eduardo tuvo que partir en palabras propias de ellos, a lejanas tierras. La poesía y la música de Quelentaro vienen de la tierra, se conecta con aquellos que a tumbos hemos ido caminando la vida. Su arte es decididamente más comprometido y menos masivo que el de otros cantores populares....pero este homenaje no es por lo artístico; es porque aunque ellos no lo saben del todo; mis propios caminos se han topado algunas veces con los de ellos. Cuando E...

Casas de cartón

N o tenía la menor idea de que Marco Antonio Solis había grabado una versión de la canción, ni que vendieran casas de cartón para que jueguen los niños que pueden comprarlas. El caso es que buscando información sobre el (a estas alturas) innegable aumento de casas de cartón, palos y latones alzadas en la principal avenida de la ciudad en que transito, no me fue de ningún modo posible, evitar recordar una de las canciones de aquel furibundo, y dulzón, cantautor que fue el venezolano Alí Primera. Tenemos como nunca a vista y paciencia de quien use sus ojos para ver lo que no conviene de ningún modo mirar... a personas durmiendo en la calle. Puede ser que como una inevitable consecuencia de aquello del individualismo usted me pueda decir que son desarraigados, drogadictos y vagos que se niegan a ser responsables como aparentemente usted y yo lo somos pero, resulta que me he acercado a algunas de estas casas que juntas, frente a las universidades y clubes de gente bien, conforman fami...

¿Una r(e)vuelta muy grande para llegar donde mismo?

H ace   cinco años todo parecía más claro; caótico, pero claro. Claro para quienes vivimos desde siempre la historia del país desde abajo, caótico para quienes vivieron siempre en el centro y en la cima de esta lechuga hidropónica que resultó ser el país. Octubre de 2019 no debió sorprender a aquellos que vieron las señales que hace mucho rato las organizaciones de base venían dando. En los años previos fue madurando sus conceptos políticos, sociales y económicos un grupo de personas pensantes que terminaron por entender que permaneciendo en la calle jamás serían escuchados. Imagino que fue por entonces que comenzó su travesía hacía el poder; un poder que desde la calle combatían pero una vez que formaron parte de él terminó por contaminarlos. Dicen que el infierno está lleno de buenas intenciones y al parecer esas personas pensantes que combatieron el poder que terminó por cambiarlos lo tienen hoy más claro que nunca. Los medios de comunicación (perteneciéndole todavía a los mismo...