Mis
hermanas se iban pero volvían; yo me quedé algunos años más ayudando a mi mamá
y a mi medio padre en lo que hiciese falta, pero bordeando los veinte años me
propuse partir para no volver. Independizarse nunca ha sido algo realmente
fácil, sobre todo cuando no se cuenta con patrimonio alguno y quien decide
independizarse no tiene siquiera un trabajo medianamente estable; por eso apoyé
a mi hermana mayor cuando compró una mediagua y la paramos en el patio de la
casa de mi mamá para empezar a ofrecerles algo a los dos hijos sin ningún padre
que ella tenía.
Mis
sobrinos por aquel tiempo tenían una mamá resuelta a que, ya que habían venido
y formaban parte de su propia historia, no tenían por qué andar pasando más
penas que las necesarias. Tenían también un tío (es decir yo) que jamás imaginó
tener hijos propios y que con solo mirarlos sabía que debía ser para ellos,
cuando menos, un referente de las cosas que debe hacer un hombre. Además tenían
una abuela y una tía que los adoraban, que no permitirían tampoco que algo les
faltara.
Sin embargo
no siempre basta con las buenas intenciones, no todo aquello que hace una
familia resulta ser lo adecuado para el bien de cada uno de sus integrantes y a
pesar de permanecer juntos por bastantes años, nunca logramos ser otra cosa más
que parientes. Las mentiras y los malos entendidos terminaron por definirnos
con mucha mayor claridad que cualquier sentimiento que pudiésemos sentir. Las
aportes que cada uno de nosotros trajo al nido jamás terminaron por ser un
aporte…pura diferencia, pura división entre aquellos que habitábamos aquel
espacio físico que, vistos a la distancia, no fue el hogar de una familia. Para
comenzar a ser al menos algo más felices debíamos alejarnos, desconocer el nido
y buscar nuestra propia suerte.
Nunca
olvidamos del todo a los otros y así vamos a lo largo de los años; cada uno por
su lado, consciente de lo mucho que nos queremos, pero imposibilitados de poder
permanecer por demasiado tiempo juntos. No resultó cuando más nos necesitábamos
y es tan difícil que resulte ahora que cada quien resuelve sus problemas sin
pensar siquiera en compartirlos.
Comentarios
Publicar un comentario