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Entradas

La vida es una loca de remate

  J usto en la parte de atrás de las casas de la villa a la que habíamos llegado a vivir había un enorme peladero, que antes de ser adecuado para que los hombres de la villa pudiesen jugar fútbol, servía para que cada cierto tiempo se instalaran las carpas de los gitanos y uno que otro circo pobre.     De un circo que se instaló cierta vez trata esto que recuerdo; de su pobre espectáculo, de la gente que conocí allí y del miserable destino de los animales que eran parte del entretenimiento.     A pesar de que las entradas no eran caras, algunos de los niños y niñas no contábamos con las monedas para poder financiarla por lo que nos ofrecimos para ayudar o para llevarles agua desde nuestras casas con la finalidad de conseguir entradas de cortesía que era como le llamaba rimbombantemente el dueño del circo a dejarnos entrar por un acceso reservado a los integrantes del circo (no se imagine para nada una entrada bonita; había que levantar una cortina ...

[Saludo primeramente]

                                         Saludo primeramente                                         a estos rotos tan decente’                                          saludo a Juan y a Peiro                                         a Francisco y a Vicente           ...

Concierto de Trez Vella

  E l verso puede ser más certero que la bala... pero hay que ser Patricio Manns para escribir versos como estos. Hay que ser parte de  Inti Illimani para musicalizarlos y hacer coros de la manera que aquí ellos lo hacen. Hay que ser La Pinchanga Musica Chilena para montar un vídeo como este que comparto.  No basta con haber crecido viendo parte de esto, no basta con decir que la violencia solo engendra violencia. El dolor debiese enseñar aquello que no enseñan las palabras tan livianamente usadas. 

No cierres los ojos

  A hora son cincuenta años. La poesía de Manns que me duele a la vez que me limpia, la certeza de un canto que lamentablemente no fue por todos escuchados. El recuerdo de un hombre en especial, que entre miles de hombres, mujeres y algunos niños, tuvo que pagar demasiado caro la osadía de creer que el poder popular era posible sin derramar sangre. El horror y la sangre que devolvería la Historia a su cause normal vendrían después. Hoy, hace cincuenta año comenzó un sueño que no alcanzó a durar tres años. Hay quienes no estarán de acuerdo conmigo y eso es muy sano. La violencia es el argumento de los que se quedan sin argumentos. Argumentos yo tengo muchos, penas también sigo teniendo a montones por cierto sin embargo tengo el orgullo muy mal disimulado de saber que una vez se intentó, de defender mis certezas sin la necesidad de asemejarme en lo más mínimo al que miente y manipula, al que cambia su discurso de acuerdo a lo que conviene o deja de convenir.

Federico García Lorca: Antología Poética

  C uando me di la oportunidad de ser quien quería ser y no aquel por entonces era, descubrí en la biblioteca pública de aquella comuna en que había crecido el libro Canciones de un cierto poeta español vilmente asesinado por los fascistas. Otro, otro que al igual que tantos otros cuando sentir está prohibido, como junco quebrado, también en tierra incierta fue dejado. Por entonces yo no sabía de García Lorca más que la sombría tragedia de una mujer llamada Bernarda, que con cinco hijas, una madre y dos sirvientas a cuestas vive los penares de una sociedad pacata y marchitada por esto y lo otro que por ahora no viene al caso. Resultó ser que el dramaturgo fue uno de los más grandes de la poesía universal y aquello por su apego a la naturaleza humana y vegetal, el cariño por los animalillos que ocultos hacen su paso postergado. En el libro Antología Poética de la colección Poetas Hispanoamericanos de ayer y de hoy perteneciente a la editorial Losada puede ser hallada una de l...

Había una vez una librería

  H ace algunos años yo vivía en un pequeño pueblo a las salidas de la ciudad capital. Un pequeño pueblo que aunque pequeño es bello y acogedor como suelen ser aquellos pueblos que estando tan cerca de las ciudades no terminar nunca de encontrar su propia identidad. Tenía y tiene, como es natural, una Plaza de Armas, un supermercado, una avenida principal donde poco a poco las pequeñas zapaterias, verdulerias y paqueterias han ido cediendo su espacio a las pretenciosas galerías donde no podrían faltar las grandes tiendas que hasta no mucho, únicamente estaban en la capital. Pero esa parte de la historia no me interesa contarla; quiero contar la historia de la vez en que hubo una librería. Sí; una librería con todo y libros muy bellos a la cual muy pocos alcanzaron a ir. Se llamaba Entrelibros y estaba en la avenida Balmaceda, que no es por cierto la principal avenida sin embargo es una de las avenidas más importantes de la zona centro de aquel pueblo. Iba yo a gastar una important...

Buenas noches nostalgia

  H ay noches en que cuesta mucho poder quedarse dormidos. En que los problemas no encuentran acomodo y el sueño, aunque se insinúa, no acaba nunca por vencer al desvelo. Ya no somos niños, las preocupaciones, propias o ajenas, pueden arrebatarnos mucho más que un par de horas de sueño. Entonces, perdido o confundido en la oscuridad estiro la mano a la repisa que está junto a mi almohada; una repisa donde hay cintas de casete y un reproductor personal de aquellos que ya casi nadie usa y yo solía usar cuando era adolescente y adolecía de tantas faltas de quereres. La que comienza a cantar es Brenda Lee . Alternando, por decisión de quienes seleccionaron el orden en que sonarían las canciones cuando alguien quisiera escuchar el casete, la infantil alegría de canciones como Let's Jum The Broomstick con la intimidad de Im Sorry .  Volver a escuchar estas canciones es un boleto a otro tiempo, un tiempo al que no correspondo por cierto, pues cuando yo era niño era la música de nuest...