En mi pueblo chico no importa si los niños y niñas no piensan…siempre que aprendan los cantos religiosos y traigan medallas para que sus adultos se luzcan.
No importa si no son felices mientras lleven el pelo y la cara limpias y aprendan a decir mentiras como tan naturalmente sus adultos les enseñan.
Se recauda dinero pero nadie da cuenta de los verdaderos montos y de caridad se habla siempre, pero acudiendo a la cooperación de los otros.
Se oyen muy seguido las voces que nos llaman a los puestos de trabajo y muy pocas veces las que nos llaman a ser libres.
Se hace notar la diferencia; existen personas de primera y de segunda clase, a los que dejan huellas porque viven o por que sienten se les mira con un incierto recelo. "Siempre ha sido así" suele decir un hombre más agotado que viejo "no me he dado cuenta" dice otro que si es viejo y además oportunista, pues suele ver y escuchar solo lo que le conviene.
Una mujer pretende ser piadosa y sin embargo resulta ser venenosa, los que ostentan el poder ostentan también la ignorancia, los niños son viejos chicos y resentidos, la música es marcial y la poesía tan dulce que llega a causar asco.
Algunos no creemos que seguirá siendo para siempre esto; soñamos despiertos, amamos a escondidas porque en mi pueblo chico es un escándalo amar públicamente…el amor es una maqueta color rosado que no resiste el color rojo de la sangre de aquellos que han amado tristemente.
Pocos dicen lo que sienten realmente y repiten y repiten los rituales que les dan seguridad pues son los que impiden mostrarse claramente. Habemos algunos que no queremos ir así por este camino; no somos los más exitosos pero no cabe duda que estamos vivos entre tantos muertos.
Nunca te paso que no entendiste las ironías? a veces me sentía extraño por no entender y reía para pasar piola... con el tiempo lo medite y no cache, después llegaron otros que hablaban el mismo lenguaje y junto a ellos pude entender porque no entendía nada de lo que hablaban, no estábamos contaminados, éramos como provincianos que solo actuábamos porque pensamos que todo el mundo lo hacía... y así seguimos.
ResponderEliminarEs tan peligroso pretender pertenecer. Tarde o temprano aflora lo que somos realmente. Gracias por tocar la guitarra en medio de tantos que hablaban sin decir nada.
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