Cuando se estrenó Life of Pi las películas en 3D se habían vuelto a poner de moda. La culpa la tenía Avatar (2009) de James Cameron y tengo que reconocer que el nombrado efecto me fascinó en ambas películas a partes iguales. Eso sí, la historia de Pi me provocó mucho más interés que la versión futurista de Pocahontas que resultó ser, para mí, Avatar. Life of Pi (o Una aventura extraordinaria) es una película de Ang Lee que puede que no sea tan conocido ni mucho menos mejor director que Cameron pero que, en esta ocasión y repito, para mí, ofrece una obra mucho más profunda en lo que respecta a lo que vamos a ver...Un joven que siente atracción por todas las religiones que ha conocido, viaja con su familia en un barco que va a naufragar poniéndolo en una situación muy particular, en medio del mar y acompañado ni más ni menos que por un tigre. El uso del 3D es sorprendente pero la película me gusta mucho aunque se vista en su versión normal. El dilema de creer en lo que nos parece más racional o creer en lo que además de macabramente poético hemos estado viendo por más de dos horas.
Pi se bautiza a sí mismo como Pi porque no quiere ser más molestado por su nombre real. Cae rendido por el tigre del zoológico que regentan sus padres en la India y, en la medida que crece, no termina de decidir cual de las religiones que ha ido conociendo le parece la correcta...entonces termina por creer en todas. Es abordado por un novelista que quiere escribir su historia y en la medida que el novelista escucha la historia, nosotros la estamos viendo. Los efectos especiales son maravillosos, el uso de colores y la dualidad de los personajes, tanto humanos como animales (en esta historia extraordinaria es licito que se nos confundan) da mucho en qué pensar. Este tipo de obra es de la que nos permite vivir horas de emociones inolvidables, la música nos envuelve a la vez que las imágenes nos envuelven. Es comprensible que para algunos sea una película irritante, una tomadura de pelo como pocas y en ello radica parte de la magia. La propuesta de que uno decida en qué creer trasciende a lo que hemos visto, plantea un más que interesante desafío a quienes van por la vida presumiendo de su racionalidad.
La lista de nominaciones y premios es larga. Es lo de menos; la historia nos atrapa desde principio a fin. Es en el fin donde vienen las desavenencias, la percepción que es distinta dependiendo de quien haya vivido la película...porque esta es una de esas películas que se viven (sobre todo en su versión en 3D) más que se ven en lo que duran. Es una invitación a divagar en conceptos espirituales y filosóficos, un llamado a ver las cosas de la manera que deben ser vistas porque, un tigre siempre será un tigre.
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