Recuerdo que los diarios y los noticieros de la televisión acostumbraran hacer resúmenes sobre los principales hechos ocurridos en el año cuando faltaban pocos días para terminar el año. Eso voy a hacer este último mes de este 2024 que ha venido a ser un año de "especiales hallazgos".
Comenzaremos por Emil Cioran. Escritor y filosofo rumano que vivió, murió; luego volvió a vivir y a morir entre 1911 y 1995. La muerte era una obsesión para este hombre de un humor oscuro y una oratoria clara a la vez que desesperanzada. Gran parte de su obra se publicó en francés, lo que podría llevar a confusiones (como la manera en la que algunos escriben o dicen su nombre; Émile Cioran. Sus obras, conjunto de aforismos en su mayoría, son un agridulce tratado de decepciones e ironía.
Este "provocador" no se veía así mismo ni como un filosofo ni como un escritor; sin embargo filosofaba y escribía libros a los cuales usaba como excusa para aplazar el suicidio. Contradiciéndose libro tras libro no hizo mejor cosa que reafirmar la fragilidad del intelecto herido muchas veces por la banalidad de lo inevitable. Odiaba tener que vivir, pero vivía...puede ser que aquel sea mi primer gran hallazgo. Voy a dejar algunas de las muchísimas frases que me cautivaron de sus libros y me atrevo a recomendar, encarecidamente, la lectura de sus libros.
La naturaleza, buscando una fórmula para satisfacer a todo el mundo, escogió finalmente la muerte, la cual, como era de esperar, no ha satisfecho a nadie.
Por muy desengañados que estemos es imposible vivir sin alguna esperanza. Siempre conservamos una, a pesar nuestro, y esa esperanza inconsciente compensa todas las demás, explícitas, que hemos rechazado o agotado.
«A los últimos a quienes perdonamos su infidelidad es a aquellos a quienes hemos decepcionado.»
«A medida que los años pasan, decrece el número de seres con quienes puede uno entenderse. Cuando no haya ya nadie a quien dirigirse, seremos al fin tal y como se era antes de sucumbir en un nombre.»
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