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El dolor no es algo fácil de entender

Para quienes insistentes se preguntan ¿Qué hacemos todavía parados a las afueras De los cuarteles, las cárceles y las comisarias? ¿Por qué no somos capaces todavía de perdonar? ¿Por qué no olvidamos de una vez y seguimos Adelante como otros ya lo han hecho? Únicamente les podemos decir: Que el dolor no es algo fácil de entender El vacío, la carencia absoluta de verdad El interminable acto de esperar… Mirar ojos que no quieren ver y oír Las palabras de quienes no saben escuchar Irremediablemente hemos envejecido Aguardando el asomo de un poco de eso Que los entendidos conjugan como justicia Algunas madres han muerto sin saber dónde Están los huesos de sus hijos, algunas historias De amor no han sabido de finales felices Todo porque algunos creen que el dolor tiene Fecha de vencimiento, que el tiempo lo cura todo Que el dolor que nos corroe es puro resentimiento Haber amado, amar sin tener respuestas, esperar Sin encontrar dónde dejar las postreras lágrimas Es algo que al parecer muchos ...

La sensibilidad (IV)

I r de aquí para allá me llevó un día a ver, en cierto acto político, a unas mujeres bailando solas. No bailaban nada alegre, sus caras no expresaban alegría ni despreocupación alguna. A aquello le llamaban La cueca sola ; quienes la bailaban eran madres, esposas, hermanas o hijas de personas detenidas y desaparecidas. Aquellos rostros completaron en mí una parte de lo que me venía preguntando, la conversación con ellas me legó una serena valentía que es muy difícil de explicar o de entender cuando a uno no le ha tocado perder a un ser amado de la manera en que a ellas se los extraviaron.    Escuché a Sola Sierra y a Ana González de Recabarren ; de ellas no recuerdo en lo más mínimo odio o rencor, las adopté a ellas y a las otras familiares de detenidos desaparecidos como familia política a falta de mejor cosa por hacer. En silencio les vi bailar y cantar otras veces, no tan en silencio me uní a quienes en las calles protestaron tratando de que alguien les dijese algo sobre...

Amélie (2001)

L a sola contemplación del rostro de Amélie Poulain (una inolvidable Audrey Tautou ) es un deleite por sí mismo. Ternura y malicia interpretadas como un conjuro que nos sumerge en una historia que de tan optimista, o nos fascina o nos repele, sin puntos medios. Imágenes surreales, música de aquella que cuesta mucho olvidar y que se quiere volver a escuchar otras muchas veces pero sobre todo una muy bella historia.  Pensada originalmente con un titulo mucho más largo y poético (Le Fabeluex destin d'Amelie Poulain), los desajustes de las traducciones terminaron dejándola sólo como Amélie . Dirigida por aquel mago francés llamado Jean - Pierre Jeunet la película se nos vuelve inevitablemente inolvidable a los minutos de estarla viendo. Es la historia de una muchacha, en principio inocente y romántica, que decide ayudar a varias personas que le rodean, de un duende de jardín que misteriosamente viaja por el mundo y le envía fotos a su dueño y de un par de misterios que se deben resolv...

Fervor de Buenos Aires (Jorge Luis Borges)

N unca he podido dejar de relacionar a Jorge Luis Borges con los catedráticos de la literatura. Recuerdo que una de sus Antologías Personales fue lo primero que leí. Que me gustaron sus cuentos como a la mayoría y que algo especial me provocaba su poesía. Ahora que me he propuesto volver a leerlo no es extraño que comience con su primer libro, que es un libro de poesía.  Ya había leído Fervor de Buenos Aires sin embargo lo quise volver a leer. Un libro de poemas a una ciudad que no conozco, referencias permanentes a nombres ilustres que desconozco en su mayoría, y la emoción...la inexplicable emoción universal de aquello que se ama porque se conoce y es comprensible para cualquiera que ame y conozca una ciudad, cualquiera que sea. Conozco otra ciudad que no es Buenos Aires, la conozco bien. También tengo nostalgia de sus calles cuando ando lejos, ausencia de las personas cuando no saben cuánto es lo que las estoy nostalgiando. Soy un sentimental de lo cotidiano, un filosofo de lo...

Regalo para compartir 16: Llegó con tres heridas

Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida. Con tres heridas viene: la de la vida, la del amor, la de la muerte. Con tres heridas yo: la de la vida, la de la muerte, la del amor.                                                                                       Miguel Hernández

Reivindicación del rey Midas

D el director de cine Steven Spielberg suele decirse que es un rey Midas . Que cualquier película que dirija o produzca seguro es un éxito. La historia del rey Midas, si se entiende así la cosa, no se entiende muy bien. Déjeme que le cuente para que usted lea que la moraleja poco o nada tiene que ver con el exitismo que no pocos asocian con convertir en oro todo lo que se toca.  Hace muchos siglos gobernaba un rey llamado Midas. Este rey tenía mucho más de lo que cualquier hombre pudiera desear. Vivía en un espléndido palacio cuyo mármol brillaba como una joya a la luz del sol y sus jardines de rosales eran los más hermosos de toda la región. Sin embargo, no apreciaba lo que tenía. Un día, mientras recorría su inmenso jardín, se encontró con un sirviente que había perdido su camino. El extraviado era el sirviente preferido del dios Dionisio. El rey Midas decidió acogerlo en el palacio y tratarlo como a un noble. Al terminar la visita, el sirviente emprendió su viaje de regreso al m...

Frases XXIV (La Educación)

La educación consiste, principalmente, en lo que hemos desaprendido.  (Mark Twain) La educación ha producido una vasta población capaz de leer pero incapaz de distinguir lo que merece la pena leer. (G.M.Trevelya) Donde hay educación no hay distinción de clases.                                                                                                                                            (Confucio) La clave de la educación no es enseñar, es despertar. (Ernest Renan) El sentido común no es resultado de la educación. (Victor Hugo) La ignorancia es el peor enemigo de un pueblo que quiere ser libre. (Jonathan Hennessey) A menudo dam...