A mada, respetada y admirada por las culturas precolombinas, la mujer fue muchas veces la madre del universo. Los primeros habitantes de nuestro continente envolvieron sus más altos sentimientos con un manto femenino. Entonces llegaron los europeos y sus credos oxidados de machismo. Trajeron su dios hombre que le daba a la creadora el desprecio de tan solo ser costilla de su imagen y semejanza: ellos culpaban a la madre de todos los hombres del peor de los pecados y desde entonces no se habló nunca más de diosas ni de madres tierra Desde las primeras civilizaciones fue relegada a un plano inferior y hasta el día de hoy, no se les considera dignas de recibir igual trato del que recibe un hombre. Ellas no son dignas aún de oficiar una misa ni de recibir igual salario por el mismo trabajo que realiza un hombre. Se le golpea por que es débil y se le condena porque es libre. La mujer hoy tiene su día, y hoy en día miles de mujeres no saben de una caricia. Al doble trabajo les damos d