Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2007

8 de marzo

A mada, respetada y admirada por las culturas precolombinas, la mujer fue muchas veces la madre del universo. Los primeros habitantes de nuestro continente envolvieron sus más altos sentimientos con un manto femenino. Entonces llegaron los europeos y sus credos oxidados de machismo. Trajeron su dios hombre que le daba a la creadora el desprecio de tan solo ser costilla de su imagen y semejanza: ellos culpaban a la madre de todos los hombres del peor de los pecados y desde entonces no se habló nunca más de diosas ni de madres tierra Desde las primeras civilizaciones fue relegada a un plano inferior y hasta el día de hoy, no se les considera dignas de recibir igual trato del que recibe un hombre. Ellas no son dignas aún de oficiar una misa ni de recibir igual salario por el mismo trabajo que realiza un hombre. Se le golpea por que es débil y se le condena porque es libre. La mujer hoy tiene su día, y hoy en día miles de mujeres no saben de una caricia. Al doble trabajo les damos d

Corazón, de Edmundo de Amicis

P odría pensarse que soy un ñoño rematado,que ya comenté el Principito y que divagué acerca de mis sueños con libros, y como si todo aquello fuera poco, ahora pretendo comentar el libro Corazón de Edmundo de Amicis . La idea no es antojadiza ni del todo descartable , al igual que con el cine, he decidido ir escribiendo en orden. En el caso del cine lo haré por orden cronológico y en el caso de los libros, es el relativo orden en que me fueron estremeciendo la sensibilidad. No están en orden de lectura mis comentarios de libros, ni en el orden en que las he visto las películas que comento. Los cito así, sencillamente según los motivos del momento en que escribo alguna entrada. Pero ya basta de retalias que terminan en bostezos, Hoy voy a comentar acerca de la saludable ñoñería que constituye la lectura de este clásico italiano. Corazón debe ser por un amplio margen el libro más atingente a la primera enseñanza escolar. Es como seguro ya saben el diario de vida de un niño

Cita

Es muy poco el tiempo Que el reloj me concede Salgo entonces corriendo Sin pensar si es amor que Conviene. Agitado llego hasta la estación Abordo casi al partir El expreso de las diecinueve Procurando contener el corazón El viaje debido a mis ansias Se vuelve ahora inmenso Me sudan las manos y oigo gritar La histeria de mi estomago tenso Ordeno las ideas y el vestir Te voy pensando impaciente Ensayo en voz baja lo por decir Temiendo ser escuchado por la gente Bajo media hora después Mi paso se vuelve lento Esperando verte tal vez Brotada de mi pensamiento Yo sé que jamás llegaras A esta cita de siempre En la que te imagino Sin llegar siquiera a verte Y en cada sitio aunque no estás Mis deseos te suelen colocar Vienes alegre y me abrazas Y tu ausencia intento yo abrazar Mi dulce amor imaginado No sé en dónde mi mal está Si en aguardarte esperanzado O en amarte, sabiendo que no vendrás.

El anciano

E n mi pueblo había un anciano que no conocía de términos medios. Algunos lo amaban con indisimulada pasión; lanzaban pétalos a su paso y procuraban cubrirlo del sol con grandes ramas arrancadas de los árboles, otros, lo miraban con recelosos pensamientos. Esos otros eran los que se sentían dueños de las leyes del conocimiento. Cuando el hombre pasaba, murmuraban y se teñían de una envidia que nosotros los imperfectos no entendíamos. Al anciano le oí decir un día, cuando yo era niño, que algunos consagraban su tiempo a racionalizar los por qué de la vida y en este intento, alcanzaban amplios niveles de conocimiento, pero de nada les servía el conocer si no aprendían acerca de cómo usar ese conocimiento. No sólo cuando hablaba era un enigma este anciano, también cuando despreciando a los sabios de los templos, perdía su tiempo conversando con los niños o cuando iba a comer de lo poco que comían los marginados bajo los puentes. Cuando alcancé mayores años fui matriculado en la úni