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Mostrando entradas de 2022

Tarjetas de Navidad

* He visto muchas veces al niño Jesús en las calles. Aferrado al brazo de sus padres, aguardado a que alguien de la multitud les compre un chocolate o un parche curita para pagar el pesebre en que duermen por las noches. Lo he visto más grandecito, sin camisa, tirando agua y jabón con una botella en los nublados parabrisas que eran y que son la pantalla a un mundo distinto, ofrecido debajo de los semáforos. He visto a los reyes magos detenidos en una comisaria. Intentando explicar lo inexplicable. Decir sin ser escuchados que tener un color de piel y un habla distinta no les hace sospechosos ni menos culpables de los crímenes que no cometieron. Seguí muchas estrellas fugaces que me llevaron a lugares cada vez menos distantes donde la navidad es apenas una noche de pena donde nunca hubo ni habrá paz porque los hombres y las mujeres de buena voluntad no se quedan jamás.   **  Entregué y recibí regalos muchas veces. Me emborraché con el viejito pascuero y compartí con

La improbable pareja

C uando él y ella se miraron por primera vez... nada sintieron el uno por la otra ni la otra por el uno. Demasiado distintos:  Él, padre de tres hijos de distintas madres Ella la hija ejemplar; el orgullo de su madre y de su padre. No se habrían notado nunca en el grupo de no mediar entre ellos aquella absurda soledad que les empujaba  a mirarse a pesar de no haber pensado nunca en verse. Él toda belleza física, acostumbrado a los suspiros que caían tras su paso. Ella toda una vida de estudios, de esquemas mentales  que de bien poco le habían alcanzado para ser feliz. Ambos con vidas muy propias, vidas que no tenían vértice alguno de encuentro. Lo que para él era el deporte por ser seleccionado de cierta disciplina de elite, para ella era el doctorado que la hiciese notar entre aquellos que nunca la habían notado. En los encuentros de los olvidados se reencontraron varias  veces antes de sucumbir el uno en los brazos de la otra. Renunciaron voluntariament

Bailarina en la oscuridad (2000)

E sta película ocupa un lugar de honor en aquella masoquista lista de obras cinematográficas que me he permitido clasificar con la etiqueta de: Películas que me duelen. No son muchas pero están, existen y las trato de evitar pero de tanto en tanto las vuelvo a mirar por razones difíciles de explicar. Dancer in the dark es una película de Lars Von Trier ; polémico director del cual ya he comentado otros de sus filmes que lo mismo asquean que fascinan. Protagonizada de manera irreal por una Björk en estado de gracia, coprotagonizada por la siempre bella y monumental Catherine Deneuve , el magnético Peter Stormare y un solvente David Morse . Es una experiencia devastadora lo mismo que gratificante. Siempre es difícil comentar una obra que alcanza sus más altas cotas en aspectos ajenos a los códigos del género en que se presenta. A mucha gente no le gustó nada esta película, pero a mucha más gente sí le gustó; es que parecemos hechos para regocijarnos en el drama y esta pel

Pablo Milanés

M e recuerdo adolescente...en el sentido exacto de la palabra, carente, desprovisto y adoleciendo (sufriendo cierto defecto, carencia, enfermedad o vicio) cuando supe de Pablo Milanés. Venía ligado a la trova de otro que parecía más grande, más admirado o querido...pero a mí me removía algo bien adentro la voz y algunas cosas que decía Pablo y que no decía Silvio aunque no pocas veces podía parecer que decían las mismas cosas. Pablo Milanés había escrito Años , El breve espacio en que no estás y sobre todo Yolanda , tres enormes canciones que me hacen llorar hasta el día de hoy. Más grandecito tuve un compañero de ideas que se había regalado así mismo una colección bellísima de caset con los discos de Pablo Milanés remasterizados que me estremecieron de manera indescriptible. Allí supe de su amor por el Filin, que es una desformación, de esas que a mi me gustan tanto del lenguaje por que proviene de Feeling, que es sentir, en inglés. Supe de su amor por los boleros que delata la sensi

Get Back

V i el documental el año pasado. No lo había querido comentar porque me da un poco de vergüenza no saber lo suficiente de música como para entender la génesis de obras de arte musicales. Presencie el documental, dividido en tres partes, en tres días porque harto tiempo y paciencia se debe tener para ver de una vez a verdaderos genios poniéndose de acuerdo en cómo es que debe sonar tal o cual canción, suficiente morbo para verles hablar de temas personales y la necesidad de estar a la moda para haberlo visto en cierta prestigiosa plataforma que ahora es dueña de un montón de material interesante para alguien que no tiene ningún interés en comentar acerca de lo que la mayoría comenta...por eso esperé un año. Siempre me han gustado Los Beatles. Los dejo de escuchar un tiempo, pero siempre vuelvo a ellos, a sus discos, sus películas y cómo no, los documentales que hablan de ellos. Estaba esperando con ansias este trabajo de Peter Jackson que es otro de mis predilectos y la ve

Revolver

  Y llegó el momento de reeditar, una vez más, el album Revolver (1966) de, tal vez, la banda  Y llegó el momento de reeditar, una vez más, el album Revolver (1966) de, tal vez, la banda más reeditada, analizada y elogiada de todos los tiempos The Beatles . Una veta de oro que parece no tener fin cuando se trata de hacer negocios. Edición de cinco discos con rarezas y cositas varias que los coleccionistas dispuestos a gastar mucho de seguro ya tendrán. La cosa es que el disco original merece ser comentado por varias razones y en justicia a que en estos tiempos es relativamente fácil escuchar y ver las cosas por las que otros gastan mucho dinero (internet) las voy a comentar. Para muchos (entre los que me cuento) este disco que es anterior a Sargent Peppers And Lonely Hearts Club  Band (1967) merece el sitial en la historia de la música que se le ha dado al anteriormente mencionado por la innovación de sus compociciones. Venían de una largas vacaciones, llevaban el pelo má

Cuentos (Ernest Hemingway)

    S entarse a leer algunos de los cuentos de Ernet Hemingway una tarde cualquiera, acariciado el rostro por el viento, perdido en lo simple y a la vez efectivo  de sus descripciones y en la sicología de sus personajes puede ser, sin temor a equivocarme, una de las experiencias literarias más gratificantes en la vida. Contar con una compilación de ellos, por breve que sea, es una suerte que podemos concedernos e incluso podemos aspirar a más consiguiendo ediciones como la que aquí comento. En este libro se reúnen todos los relatos que en mil novecientos treinta y ocho el propio autor compiló en una edición de sus cuarenta y nueve primeros cuentos. Podemos encontrar maravillas como "La breve vida feliz de Francis Macomber" , "Las nieves del Kilimanjaro" , "Campamento indio" o " Padres e hijos" , por nombrar apenas algunos. Tenemos por lo demás una parte importante de lo que pretendió el imprescindible autor norteamericano que fuer

The Matrix (1999)

    E s de esas películas que te vuelan la cabeza si te gustan los videojuegos, la animación japonesa o las teorías conspirativas. Un prodigio de ficción que pudo incentivar a más de alguien a hacer cine o volverse experta en cine. Es además una gran película. Entretenida, sorprendente, repleta de momentos míticos en materia de clichés y es una propuesta tan enorme que era de esperar que ninguna de las obras que inspiró a manera de pre o secuela pudiese estar nunca a la altura de lo que esta propuesta de las hermanas Wachowski nos ofreció. Para aquellos y aquellas que nos gusta el cine siempre es una fiesta que una película haga referencias a otros géneros audiovisuales y a otras expresiones artísticas. Esta película es ambiciosa porque también pretende establecer reflexiones filosóficas que no terminan nunca de tener sentido. La raza humana es el combustible en un mundo de máquinas e inteligencias artificiales que se alimentan de las emociones de seres humanos invitro que desconocen

El francés

    E l francés tuvo que venirse de Europa hace muchos años. No se ve cómodo, incluso ahora que ya lleva varias décadas viviendo entre nosotros. Antes de irse a Francia, él vivía en el barrio alto. Su familia tuvo que migrar por motivos políticos y en el viejo mundo él hizo parte importante de sus estudios y adquirió bastante de la cultura que no puede exhibir entre pueblerinos que tan poco saben de las cosas del primer mundo. No pocas veces le he preguntado por la razón que permanece aquí. Es lo suficientemente mayor para no tener que darle explicaciones a nadie de sus actos, pero los tres preinfartos que ha sufrido, sus constantes rabietas y explosiones verbales con las que primero ofende y luego da pena, no hacen otra cosa que hacerle daño a él. A él que insiste en que es directo cuando dice lo que piensa sin tener la menor idea de lo que siente y que no puede evitar hablar mal de las personas a sus espaldas. Viste ropa de marca y no puede evitar fijarse en qué es lo que visten la

Hemingway

     E s extraña la sensación que tuve una vez que termine de ver esta miniserie-documental sobre uno de los escritores "más macho " de todos los tiempos. Extraña la pena que sentí al final por uno de los autores más entretenidos que he tenido la oportunidad de leer. Fascinante la contextualización de cada una de sus grandes obras e inspiradora su lucha en contra de un destino, que en su caso, parecía manifiesto. Tras largos y magnéticos 360 minutos divididos en tres episodios, el admirador más acerrimo tanto como el lector casual con un mínimo de curiosidad acerca de los entretelones ocultos detrás de las obras de artes capitales de la cultura occidental, podrá considerar el tiempo dedicado a esta exhaustiva biografía de Ernest Hemingway como un tiempo ganado. Una vez visto el primer capitulo, se vuelve una imperiosa necesidad ver los otros dos. Ken Burns (una vez más) y Lynn Novick dirigen un material atesorable y definitivo, la música de David Cieri es in

Frases XXIII (Jean Paul Sartre)

Puede que sea inevitable. Puede que en realidad tengamos que elegir entre no ser nada o fingir lo que somos. Una vez que la libertad ha iluminado el corazón del hombre, los dioses no tienen poder sobre él. Cuando comprendes los detalles de la victoria, es difícil distinguirla de la derrota. Cuando los ricos se embarcan en una guerra, son los pobres los que mueren. Las personas que viven en sociedad han aprendido a verse a sí mismas en los espejos como son vistas por sus amigos. Yo no tengo amigos, ¿será por eso que me veo tan desnudo? Entonces esto es lo más parecido al infierno. Jamás lo hubiera imaginado. ¿Recuerdas todo lo que nos dijeron acerca de las cámaras de tortura, el fuego y el azufre? ¡Son solo cuentos antiguos! No hay necesidad de ser fanático del rojo vivo, ¡El infierno son las otras personas! Me sentí en una soledad tan horrorosa que consideré el suicidio. Lo que me detuvo hacerlo fue la idea de que absolutamente nadie se lamentaría con mi muerte, y que al final

Las Moscas (Jean Paul Sartre)

S on horas fascinantes las que se viven cuando uno lee Las Moscas de Jean Paul Sartre. La obra, una de teatro, es decir, debiese elogiar alguna de sus puestas en escena pero quiero elogiar el texto escrito. Es verdad, que por lo general, disfruto bastante leer obras de teatro, también disfruto- de una manera mucho más intensa, no puedo negarlo - de algunas puestas en escena. Nunca he visto una puesta en escena de Las moscas sin embargo la vi durante cada una de las horas en que la leí...juro que la vi. Es una obra escrita para expresarse ante las narices de uno de los más repudiados totalitarismos del siglo XX y, por estar escrita por un intelectual tan reconocido como lo es el francés, gosa de un reconocimiento no menor, sin embargo no es una obra muy comentada cuando los admiradores del existencialismo se ponen a hablar de Sartre. Extraño por que es una obra breve, muy entretenida y sobre todas las cosas, está repleta de frases de esas que tanto les gustan a quienes b

Escrito en el trigo (Patricio Manns)

 

La biblioteca en el escritorio

D e tanto en tanto; preferentemente cada cambio de estación del año, me gusta sacar todos los libros que se han ido juntando en la única biblioteca que me puedo permitir. Un espacio habilitado en la parte de abajo de un escritorio muy lindo que mi hermana mayor una vez me regaló. Seguro que ella cree que hace muchos años que no lo uso. Que en alguno de los lugares donde anduve quedo abandonado debido a mi intención de no llevar conmigo peso innesesario. El hecho es que aún lo conservo. Aún guardo libros que voy a leer, algunos que ya leí y otros que, también de tanto en tanto, voy sacando para poner otros y no incurrir en aquello de conservar más de lo que necesito.  Es muy emocionante para mí quitarles el polvo, hojearlos nuevamente uno por uno y recordar lel momento o la razón por la cual todavía lo conservo. Limpio y hojeo libros muy antiguos, clasicos y ediciones de los mejor vendidos. Más de alguna lectura sorpresiva y no pocos libros que siguen siendo lecturas pendientes. Pequeña

Los idiotas (1998)

L ars von Trier es un director provocador. Fundador, junto a Thomas Vinterberg, de un movimiento cinematográfico (Dogma) muy difícil de seguir y que sin embargo fraguó escuela. En esta, su segunda película, pone en aprietos al espectador que no pocas veces piensa en dejar de mirar su propuesta artística. Un grupo de jóvenes que avecindados en una casa en venta se propone contactar con el idiota interior que todos llevamos dentro. La propuesta es arriesgada pues algunas veces se atreven a llevar su experimento a lugares públicos como un restaurante o una piscina. Choca ver a buenos actores pasando de la citada idiotez a la "normalidad" más absoluta. Llama a reflexión, no cabe duda, pero también ofende y desafía abiertamente los hipócritas usos sociales que nos definen como civilizados. El personaje de Karen (Bodil Jorgensen) somos nosotros invitados al juego. Ella es la única (lo entenderemos al final de la película) en correr el riesgo de no querer volver a una

Los inevitables encuentros (III)

T odavía hay quienes creen que somos distintos, quienes piensan que se justifican nuestras fronteras, quienes se sienten orgullosos de pertenecer y poder demostrar que somos superiores a estos otros o estas otras. También hay quienes pregonan que somos hermanos y que lo que haces a un hombre se lo haces a la humanidad, pero tanto unos como otros cada vez debiesen ser menos. Las culturas han comenzado un viaje que inevitablemente culminara en un encuentro; encontraran los conquistadores que aquellos a quienes conquistan terminaran por conquistarlos con sus riquezas culturales. Llegará un día en que los cantos que podemos oír cantar a los esclavos serán los cantos que de una u otra forma cantaremos todos. Las religiones dejarán de tener sentido y morirán más gentes por los excesos de las civilizaciones que por el hambre o las guerras. Entiendo muy bien que esto que escribo pueda parecer a quienes leen solo cándidas fantasías. Pero este siglo que vivimos, la manera de pensar que ha p

Los inevitables encuentros (II)

E sta es la breve historia de esos hombres y esas mujeres. La historia de aquellas tribus que crecen anhelando aquel paraíso en la tierra que llamamos civilización. Si hay paraísos, entonces también ha de haber infiernos; durante miles de años el infierno fueron los otros; todo aquello que es distinto y de lo que se alimentan nuestros miedos. Los miedos en todas partes se parecen, también se parecen las alegrías y sin embargo hombres, mujeres, tribus y civilizaciones tardan tanto en realmente comprenderlo. Los que tienen mucho se parecen, se buscan para hacer trueques y así poder tener más. Deciden por aquellos que no quieren decidir porque siempre ha sido más fácil hacer aquello que hacen los otros. Es inevitable que quienes tienen las riquezas materiales sean quienes deciden lo que se debe recordar, que quienes venden ilusiones busquen el beneplácito de aquellos que precisan aquellas ilusiones para eternizar su nombre en el poder. Pero si se puede evitar que aquellos que creen y

Los inevitables encuentros (I)

O curre que finalmente ningún suelo podrá permanecer libre de influencias venidas de afuera. Los que vienen dejan cosas y a su vez cosas se llevan. Las aguas se mezclan, las semillas pueden brotar en suelos distintos y los que por naturaleza no son belicosos; frente a la imaginaria amenaza de aquellos a quienes todavía no conocen, han de aprender a pelear. Las palabras se funden y se confunden, acercan o alejan manipuladas por aquellos que aseguran que las diferencias se hayan en la tez de la piel, en lo que se cree o se deja de creer. El lenguaje crea realidades, y esas realidades no hacen más que retrasar los inevitables encuentros. Quienes trabajan la tierra se parecen, quienes mueven las ruedas que permiten el avance de las civilizaciones sobre lo que queda esparcido del pasado, también se parecen. Todo aquel que piense y que respire necesita expresar y ser escuchado; permanecer de alguna forma, necesitar a alguien o algo y ser necesitado. Cantamos y te

El camino

M e alejé de ti, no por falta de cariño, sino buscando algo que en la apacigüedad de tus besos yo no hallaba. Me fui camino inseguro buscando el olvido teniendo la certeza de tu abrazo. Me descuide, no lo niego y fui apretando ortigas donde tu amor cristiano me daba espigas. Me moldeaste la ternura y con paciencia esperaste el brotar de un te quiero de mi estrecha boca; sin embargo, me fui de ti a un rumbo distante de tu cariño y me hice piedra de pura inseguridad y falta de paciencia para demostrarte mi cariño…y tuve miedo, tanto miedo de perderte. Pero vino el camino exigiendo ser recorrido y yo me mostré cobarde, sin hacer nada para protegerte de mi frío actuar con respecto a ti; me valí de tu paciencia y ese modo tan dulce que tú tienes de comprender mis cosas, para seguir rumbo distante buscando excusas para no amarte…me arrimé al calor de antiguos afectos; abrigada mi espalda con el húmedo poncho que es la noche, entonces me acordé de la tibieza de tu pecho, del umbr

Adamo canta en español

L o del romanticismo ciertamente que es un mote incomodo. Puede ser que el paso de los años nos otorgue la resiliencia necesaria para reconocerlo aunque haya sido una evidente característica nuestra desde la juventud. Más acorde con los años de juventud se entiende aquel romanticismo revolucionario del que no pocas veces vislumbre su mordaz insinuación en las palabras de algunos que habían alcanzado la madurez antes que yo. Pero ¿y ese romanticismo que te hace escuchar una y otra vez lo que dicen las canciones? ese romanticismo que te duele sin haber tenido tú nunca intenciones de sufrir por amor?  Salvatore Adamo le gustaba a mi papá y a mi mamá muchos antes de que naciera yo. Cuando yo era niño me gustaba como cantaba Leonardo Favio. Las canciones que cantaba Adamo me parecían buenas, pero no me decían nada. Muchos años después, algunas de sus canciones han llegado a decirme cosas que mis padres me anticiparon. Encuentro significado a un romanticismo mucho más profundo

Losing My Religion (R.E.M)

 

Destruir lo que se siente ajeno

    V ivo entre dos lugares que tienen mala fama. Una es una villa y la otra es una población. En la primera, con fundamentos muy pobres (por no decir mediocres) han quemado varios buses eléctricos en el contexto de protestas varias. En la segunda, han comenzado a predominar los rostros y los modos extranjeros que tanto desconciertan a los habitantes de mi pueblo chico cercanos o mayores a mi generación. Cuando salgo a caminar, por las calles de los lugares donde por ahora vivo (este por ahora abarca más de veinte años) no puedo evitar ver los destrozos que invocan los conservadores y las conservadoras de las buenas costumbres cuando hacen públicas sus quejas. Ayer por la tarde, cuando volvía del trabajo a lugar donde ahora vivo, escuché en el metrotrén a un joven padre de una niña que contaba rapeando acerca de cómo le explicaba a su hija aquello de que las calles están malas que tanta gente dice. El muchacho en cuestión decía que la cuando le preguntaba a la gente cuále

La lluvia

L a lluvia siempre me ha provocado emociones contrapuestas. Me gusta que llueva porque cuento con un techo, una manta si es que me da frio e incluso puedo acostarme y escuchar la lluvia que desde el calor del hogar se oye tan romántica. Por lo demás, mucho antes de la adolescencia, sé de quienes se mojan y no hayan un lugar tibio en el cual refugiarse. Sé de los gimnasios habilitados y de los niños y niñas que creen que cuando llueve todos nos mojamos. Esto que escribo justificadamente puede ser irritable para más de alguien, pero no puedo evitar pensarlo. La sequía es un desastre natural, la caída de agua una necesidad para no pocos. Tras la lluvia viene la nieve en las zonas altas de las ciudades y no pocos celebran la posibilidad de aquellas postales invernales que el inconsciente añora sin saberlo. La nieve pocas veces llega a las zonas bajas, el frio siempre llega. El frio que se recibe en tantas partes quemando lo que se ha recogido en los basureros y no siempre abr

Constituciones

A hora que, después de un año, tenemos una propuesta final de Constitución con todas las imperfecciones y las utópicas ideas esperables de un grupo representativo de lo que es el país en este preciso momento, no está demás reflexionar acerca de las Constituciones anteriores que no tuvieron en cuenta otra cosa que la visión de las cosas propia de la aristocracia.  Es costumbre de las naciones (y cómo no, de los pueblos chicos que viven buscando parecerse a otros pueblos a penas un poquito más grandes) el dejar en manos de unos pocos los destinos de muchos. Comisiones de expertos, les llaman, especialistas jurídicos o la clase dirigente que dirige porque sabe y no como esa la tropa de fenómenos de circo que de tanto en tanto tiene la oportunidad de proponer una constitución nacida de las vivencias de los de a pie. Doy por supuesto que cuando escribo fenómenos de circo estoy ironizando sobre aquello que resaltan los medios de comunicación (de los cuales todavía pienso que l

1001 Películas que hay que ver antes de morir

A lguna vez quise comenzar a comprar libros sobre cine y este fue el primer libro que me atreví a comprar. Escribo que me atrevía a comprar porque los libros sobre cine no suelen ser precisamente baratos pero en aquel momento apliqué la filosofía de alguien a quien quiero mucho que suele decir ante disyuntivas como esta que cuento: Me lo merezco después de haber trabajado tanto . Tengo al día de hoy varios libros pero 1001 Películas que hay que ver antes de morir será siempre el primero. Lo descubrí en una de esas bibliotecas muy bonitas que se empezaron a implementar ya establecida la necesidad de no poca gente de contar con espacios donde la literatura se pueda disfrutar en espacios habilitados ya no sólo para leer sino que ideales para disfrutar de ciclos de cine, obras de teatro y navegación en Internet. Lo compré en una librería del centro y me costó creer que me había atrevido a comprarme un libro alejado de cualquier presupuesto destinado alguna vez a esa necesida