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Mostrando entradas de enero, 2020

Voilà (Un regalo para compartir 13)

M e gusta la película. Me gusta la canción. Me gusta la interprete...y estoy de cumpleaños. Cómo siempre; un regalo para compartir.

Los revoltosos (III)

S i bien es cierto, la revolución del neolítico fue algo grande porque los seres humanos entendieron que no había necesidad de pasar hambre teniendo la humanidad tantos recursos naturales a su disposición, además de bastas tierras para sembrar, los ríos no tenían dueños todavía y a nadie le hubiese parecido que el agua se pudiese acabar. Grande sin duda, pero no tan grande ni tan importante para el mundo al cual lo conocemos como el momento en que revolucionarios ingleses llegaron a la conclusión de que la fuerza bruta de animales y clases sociales menos privilegiadas podía ser reemplazada por la fuerza de las máquinas.     El vapor en los motores lo vino a cambiar todo. La productividad de las grandes naciones de Europa se incrementó y las materias primas de África, el centro y el sur de   América nunca más les pertenecieron a sus dueños originales. Habría que ver cómo es que la economía, los usos sociales y el trato entre seres humanos cambio al grado de que el mundo que era y

El mundo en guerra

H e visto muchos documentales sobre la segunda guerra mundial. Algunos imprescindibles ( Apocalipsis ; por ejemplo) y acabo de terminar de ver este maratónico material que para ser coherente con su inspiración y línea argumental precisó de nada menos que veintiséis capítulos. El mundo en guerra es por lejos el mejor registro que existe hasta ahora de la tragedia humana que puede llegar a ser una guerra. Pertenece a los anales de aquella alma mater en materia de televisión que es la televisión inglesa. Producida por Thames Televisión y exhibida originalmente por el canal ITV del Reino Unido; ha gozado de varias reposiciones en los distintos canales del mundo dedicados a la Historia de la humanidad además de ser compilada tanto en formato DVD como Blu Ray. La serie depara no pocas sorpresas emocionales debido al enfoque no partidista que tiene el proyecto en sí. Asistimos, lo mismo, a las entrevistas, tanto a vencedores como a perdedores. Se nos ofrecen imágenes y reflexiones

Las huellas olvidadas

H ace muchos, muchos años, cuando aun era un adolescente que adolecía de tantas cosas más no de empatía por los otros, hallé un libro de poemas de amor de Miguel Hernández en un persa de cierta feria que por razones laborales frecuentaba mucho en aquellos años. Conocía bastante bien la poesía política de aquel verdadero baluarte de la poesía en español, estaba enamorado y tenía una más que natural inclinación a leer poemas de amor y no pude esperar llegar a la casa para leer estos de los que muy poco conocía. Me tiré sobre el pasto de una plaza que estaba y está todavía intermedia entre la feria y la casa materna, y no paré de leer hasta que hube terminado el libro completo. Los poemas bellísimos (no esperaba menos de Miguel Hernández) sin embargo, lo que más me sorprendió fue que el libro le había pertenecido anteriormente a una mujer a la cual un hombre que mucho le amaba le había regalado. el libro estaba repleto de mensajes de amor más allá de la dedicatoria escrita por el muy en