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Mostrando entradas de mayo, 2023

El segundo sexo

A proveché la primera licencia médica de mi vida para terminar de leer  El segundo sexo ; mitológica obra de Simone de Beauvoir que seguro luce muy bien en la biblioteca de muchas y que seguramente no han terminado de leer. Terminarlo no es fácil porque abunda en detalles de situaciones que incluso en 1949, año en que se publicó el libro por primera vez, ya habían cambiado o estaban en proceso de cambiar con respecto a la vida social. afectiva y sexual de las mujeres. Comprendo el carácter fundacional de la obra, yo mismo quería leer el libro para intentar avanzar un poco en el entendimiento de aquel misterio, que según la autora, son las mujeres para nosotros los hombres. No tardé tanto en leerlo como con Mujeres que corren con los lobos , tampoco sentí que había cosas que no lograba entender. La verdad no me aburrí, pero tampoco me emocioné. Creo que hay mucho más que comprender y para emocionarse en sus obras autobiográficas que, claramente, son menos pretenciosas que este compendi

Good Bye, Lenin! (2003)

  C uando una madre, férrea defensora del socialismo ( Katrin Saß ), ve como las fuerzas del orden golpean a su hijo  ( Daniel Brühl ) en una manifestación cae en coma. El doctor que la atiende le siguiere al hijo, después de que su madre se recupera del coma, que una nueva emoción muy fuerte podría causarle la muerte. El problema es que durante el coma de la madre cayó el muro de Berlín y con esa caída, cayó el modelo socialista que defendía la madre en el lado oriental de Alemania. El hijo se propone ocultarle, a cómo de lugar, la nueva situación social y política a la madre; para ello tendrá que encargarse de recrear mucho de la antigua forma de vida en un país que poco a poco se va volviendo capitalista. Parece una comedia, y de algún modo lo es, pero es mucho más. Es una reflexión neutral acerca de las fijaciones humanas, los cambios sociales y económicos que no siempre acarrean  los beneficios que se supone debiesen traer, pero sobre todo, del amor incondicional entre una madre y

Décima conciencia

  M ucha gente dice anhelar la libertad, mucha dice que los derechos se deben defender, que el amor incondicional, la valentía son actos que enaltecen la condición humana. Sin embargo, quien cree realmente esto que redacto, quien se atreve a intentar poner en práctica una sola de estas certezas, llevar estas ideas a actos resueltos, incluso hasta las últimas consecuencias, corre el serio riesgo de ser mirado con cierta incredulidad.     No es descabellado pensar que tenemos naturales impulsos hacia los actos negativos. Atreverse a reconocer que no pocas veces nuestro discurso público dista mucho de las certezas que nos abordan en privado. Nos estremecen las canciones, las películas que le hablan a nuestras ocultas valentías. Eleva nuestro ánimo el inspirado discurso y es tan largo el trecho que a veces tenemos que atravesar para que aquello que nos parece correcto pueda prevalecer, para que nos decidamos a quedarnos solos por defender lo indefendible.   **     C onozco a mucha ge

La sensibilidad (V)

N unca resultó del todo fácil estar destinado a trabajar como obrero, haber sabido de aquellos que en las calles permanecían sin ser realmente escuchados, crecer entre quienes en el arte poco, sino ningún, interés habían tenido y pretender escribir poesía. Andar con las emociones expuestas a plena luz del día, guardar silencio ante quienes hubiese querido dar rienda suelta a mis dudas, a los miedos que puede llegar a sentir un niño o un adolescente que no son los miedos comunes.     Nunca le tuve miedo a la oscuridad, ni al viejo del saco…de hecho muy temprano supe que eran muchos los viejos del saco y las viejas con bolsas que ningún interés mostraban en tener que hacerse cargo, además de ellos, de algún cabro chico encontrado en sus caminos.     Compartí con ellos y ellas el amor a los perros que suelen ser muy calentitos si uno los abraza como si fuesen frazadas de cuatro patas dispuestas a dejarse ceñir para juntos dormir, uno que otro sorbo a la botella de pisco que era y es u