T engo que reconocer que la mayoría de las veces me pongo del lado de los que tienen menos poder o los que visto lo visto y vivido lo vivido, llevan la de perder. Me explico; si estoy del lugar de los mapuches es porque no desconozco que ellos vendieron sus tierras, pero también conozco que la mayoría de ellos firmaron papeles sin haber nunca aprendido a leer. Me pongo del lugar de los expropiados porque, aunque ellos no quieran les quitarán sus propiedades en algún momento pues la porfía nunca ha podido detener el vitoreado avance del capital. Cada vez se construyen más centros comerciales y quedan en el olvido más casas con patios donde podíamos jugar. Plazas todavía construyen, pero sacan los árboles y ponen máquinas para hacer ejercicio y no digo que no haya que ejercitar el cuerpo, pero ¿por qué no ponen también bibliotecas para ejercitar la mente? Me pongo del lugar de las minorías que hace rato ya no son pocos, pero siguen siendo ridiculizados como siempre por personajes