C onocemos estas narraciones en distintas versiones, han sido traducidas y editadas en formato económico y también no pocas veces, de lujo. Han sido llevadas al cine y a la televisión. Nos fascinan y nos perturban ya hace muchos años. Son los relatos de un insano que deliraba ahogado en la genialidad y en el alcohol. Edgar Allan Poe es un clásico de la literatura universal y con muy merecido derecho, pues su libro más conocido: Narraciones extraordinarias sigue aún estremeciendo incluso a las generaciones virtuales (sí, esos chiquillos que se la pasan pegados al computador y a las consolas). El merito de estos relatos radica en su vigencia atemporal. Esta vigencia se debe seguro a que aunque pase el tiempo y la vida en sociedad se tecnifique, perdura la inseguridad del ser humano enfrentado a lo que son sus más profundos miedos. Y no solo eso, la paranoia y la muerte como presencias inexplicables. El horror, la tortura o la tragedia a la vuelta de la esquina o tras cualquier puer