E staba leyendo Último Round ; fascinado tanto por su diseño como por su creatividad cuando me vine a esterar que el libro que estaba leyendo vendría a ser una continuación de La vuelta la día en ochenta mundos del mismo Julio Cortázar . Más por manía que por obligación cambié de libro y me dispuse una vez más a dejar en plena libertad mi sentido más lúdico de la lectura. Leer este tipo de libros que el entrañable autor argentino, radicado en Francia, denominaba almanaques es una experiencia sin duda extraña. En lo personal he confesado con anterioridad que no pocas veces los textos de Cortázar tengo que leerlos más de una vez para empezar a comprenderlos, no pocos me sorprenden y también no pocos me parecen pretenciosos a pesar de que no es la característica natural de este, a ratos, genio de la prosa. Las imágenes, las ilustraciones y el diseño de la editorial rm brilla con luz propia; sé de otras ediciones (la de siglo XXI por ejemplo) e imagino que conservaran el afán artís