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Mostrando entradas de julio, 2008

Memorias del fuego

“Una especie de Biblia”, es la definición que da Ronald Christ del The New York Times (USA) acerca de estos tres libros. La verdad, aquella definición me ha acompañado desde hace unos quince años. Aquella fue la primera vez que leí estos tres tomos; era en la biblioteca pública, yo sin dinero como para comprar libros y aún así feliz de poder cada tarde perderme en la lectura de tamaña obra. Memorias del fuego fue lo primero que leí de Eduardo Galeano ; y desde entonces he procurado leer todo cuánto he podido de lo que él ha escrito. En el caso de estas Memorias…tal como si fuese una especie de Biblia, las he leído en orden y desorden, buscando certezas en mi opinión con respecto a la historia de nuestra Latinoamérica. El tomo uno; Los Nacimientos , nos sitúa desde la creación de la Tierra y todo cuánto en ella hay desde la visión de los pueblos prehispánicos hasta el año 1700 d.C. todo es poesía, crónica desgarrada de la humillación de ser parias en el propio suelo, de la creación

Sin Novedad en el Frente (1930)

Notable film antibélico. Retrata de manera magistral el absurdo patriotismo al que muchas veces somos expuestos no solo por maestros sobre dimensionados sino que también por historiadores que embellecen sus relatos de guerra como si de épica lírica se tratara. Está basada en el libro de Erich Maria Remarque y nos invita a presenciar un tiempo de equívocos conceptos de amor a la patria. Vemos jóvenes alumnos impulsados por su profesor a enrolarse en el ejercito para servir a la patria como verdaderos hombres y una vez en ella encontrarse con la deshumanización en su mayor expresión. Los vemos no comprender, los vemos sufrir y morir por algo que no los logra convencer. Somos testigos de su decepción pero sobre todo de su miedo. Sería fantástico que viéramos más películas como Sin novedad en el frente y menos de aquellas que no son más que una apología de la brutalidad y la destrucción (en el cine norteamericano sobre todo) puede ser que fuésemos más tolerantes y optimistas, menos desc

La rabia pasajera

G rítale al mundo que te mueres Aprieta tus puños y ponte a llorar Reniega del cielo y del infierno Maldice a los honestos y a los falsos Escupe toda tu pena y tu rabia Aprieta los dientes… Muérdete y tirate la lengua… Llora como a un niño al cual Nada consolará Corre como un animal herido T ranspira hasta por las uñas Manda a buena parte al mundo Promete que no te volverá a pasar Grita como si te estuvieran matando Maldice a tu religión y a los Estamentos de toda una vida Has todo lo que te de la regalada Gana… Puedes hacerlo todo… Pero nunca pierdas Tu última esperanza.

Por estos días

Por estos días he estado reflexionando acerca del “experimento” que realizó Joshua Bell , el violinista norteamericano más celebre de nuestros tiempos (según los diarios que hablan de él). Se le ocurrió a este muchacho (nació en 1967) tocar su Stradivarius de 300 años durante tres cuartos de hora en una estación de metro de Washington D.C., a quién le sorprende, fue ignorado recibiendo a lo más algunas monedas. Podría pensarse que quienes viajan en el metro son personas que no escuchan música clásica o que en su presupuesto mensual no está contemplado gastar en alguno de los discos de este joven virtuoso, el hecho es que el citado metro da a las cercanías de algunas oficinas de cultura. Hacía dónde van mis cavilaciones…Para algunas personas el arte solo puede ser hallado en teatros, la gente no le da importancia a lo que oye, corremos constantemente sin reparar en quienes nos rodean en esta carrera loca que es la vida. Cada quién saque sus propias conclusiones. Ingrid Betancourt fue l