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Mostrando entradas de noviembre, 2009

A pesar

Quien pensó Que el plomo callaba Las voces Que claman justicia Mal pensó Pues en las piedras De Lonquén y Pisagua Gritan aún Los silenciados. Campesinos, pastores Y profesores Siembran ecos Arrean el piño Y dictan clases Como si nada les cegara La garganta. Y viven, Viven A pesar del miedo Venciendo a la muerte …Contrariando las Matanzas. (1993)

Tres reflexiones

* "¿Pero por qué no quieren dialogar…?" Preguntan los que ostentan el poder. " Nosotros los invitamos al dialogo; pero de ninguna forma aceptaremos sentarnos a negociar bajo presión". Entonces invitan, insinúan, exigen a los movilizados a que depongan el paro. Los movilizados están cansados del dialogo, cansados de la esperanza que les mancillan y humillan con promesas falsas, por lo tanto, no piensan en deponer la movilización; no hasta que se les escuche, hasta que los que ostentan el poder hagan un compromiso, hasta que reconozcan que durante mucho tiempo no han hecho sino ignorar a los que hoy se movilizan. Ellos quieren ver la forma de darnos un poquito del dinero que han ganado mintiendo - piensan los movilizados - pero ya no serán otra vez engañados. Ellos saben que si bajan el paro, nunca, pero nunca más serán escuchados. ** Todo era más fácil en los tiempos de mi abuelo; mi abuelo era minero y conocía a quienes lo defendían. En aquel tiempo los roj

Los muros

En Alemania ha caído el muro (Que contentos se ven los alemanes En tantas fotos a color y en páginas Llenas de los diarios oportunistas...) Sin embargo yo me pregunto: ¿Será acaso aquel el muro más grande? ¿Será acaso el más cruel e inclemente? ¿Qué se puede decir de los muros Que separan a tantos otros de la condición Propiamente humana? Muros demasiado obvios Como para que la prensa quiera reconocerlos. Un muro de indiferencia para con el desalariado Que ofrece productos, panoramas, alimentos, Ropas, vacaciones y calzados que no todos pueden Alcanzar Muros de hipocresía Ante la violencia contra la mujer que no acepta Su condición de muñeca en un mercado donde No solo las mujeres se prostituyen Ojos que no ven que la prensa corre desbocada Hacia el suceso truculento para llenar sus hojas De crónicas rojas Existe un muro de contención para los que piensan Distinto a como piensan los que celebran el derrumbe De los sueños que no son ren

Creo

Creo en los niños Que vivirán mañana cuando La vida toda sea un ejercicio Profundamente humano Y la muerte solo el fin De nuestros pasos Creo en los hombres y las mujeres que sueñan Y en los hombres y las mujeres que trabajan En el maestro y en su aprendiz Creo en el anciano que aconseja Y en el ignorante que sabe escuchar Porque quien escucha es sabio en Vida y en amores Y no necesita entender los misterios De la fe ni las cuadradas formulas Con que todo lo explica la ciencia Creo en el instinto de una madre Y en la generosidad de la naturaleza Que a pesar de que se le maltrata Sus riquezas de miel, sal y vegetales Todavía nos sigue dando… Creo en la maravilla de las cosas Que el hombre ha creado Para bienestar de la humanidad Sin reparar en las diferencias De credos, razas o clases Porque lo que es necesario a un hombre Será necesario para otros; creo en un Estado Que construya con equidad el calor de un hogar Y el derecho a comer y a respirar Que tenemos débiles y poderosos por igua