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Mostrando entradas de octubre, 2011

Demian

U n libro que seguro debe ser leído en la juventud; sin embargo no es restrictivo. Alguien, no recuerdo bien quién, me dijo que había que estar muy seguro de lo que uno creía en términos de fe para leer este libro. Muy pronto comprobé que esto no era del todo cierto. Demian , como muchos libros, ofrece la impagable posibilidad de pensar de un modo distinto. De ver el mundo nuevamente y de cuestionarse, pero de ningún modo dejar de ser. Es un clásico de la literatura y su autor; Herman Hesse , un esencial en la historia de las letras. La historia de Emir Sinclair que es a su vez la historia de muchos de nosotros en aquel transitar de la inocencia a la madurez nos recuerda que la vida forzosamente nos va moldeando de acuerdo a aquello que aceptamos como cierto y que muchas veces las personas no tienen una identidad propia y no hacen si no perpetuar aquellas verdades que les resultan más cómodas. Es una novela que seguro seducirá a aquellos que gustan del psicoanálisis, la fil

Soundtracks o aquella música de algunas películas

E n materia de la banda de sonido de las películas o de la música que recordamos de ellas hay mucho que comentar; es por eso que ésta es una reflexión absolutamente parcial y antojadiza pues habiendo tantas películas como música, seguro que a quien entienda de estos menesteres mis comentarios no le llenaran el gusto y a quien no entiende, no será ésta la música o los sonidos que mejor recuerda. Empecemos por una aclaración; soundtracks (banda sonora) es todo lo que se escucha en la película (diálogos, canciones y música) y en cambio la música se acerca más a lo que las personas mayores de mi generación recuerdan de las películas. Permitanme ejemplificarlo; lo que se recuerda cuando se habla de Love Story o de La Pantera Rosa es la música, en cambio Pulp Fiction o Flash Gordon  podemos hablar de soundtracks. Hecha la aclaración he aquí solo algunos discos que no me cabe la menor duda de que deben ser escuchados; son a penas una muestra. Puede ser que falte el que a ustedes les gu

Las uvas de la ira (1940)

N o siempre el cine norteamericano fue complaciente y John Ford es mucho más que uno de los mejores directores de western de la historia.Su película Las uvas de la ira es uno, si no el mejor retrato de la gran depresión económica que afectó a los Estados Unidos en los años treinta. Henry Fonda en una de sus interpretaciones más notables, la historia de una familia de agricultores que deambula en busca de mejores condiciones para vivir. Basada en la novela de John Steinbeck; ésta es una de aquellas películas que buscaras ver más de una vez. Es muy extraño hablar de cine social proveniente de Hollywood y sobre todo si es que estamos tratando sobre cine de la primera mitad del siglo XX. Aunque hay algunos cambios con respecto al libro (la película es bastante menos pesimista), la trama y a su vez el desarrollo de la historia resulta cautivante. Es el viaje en busca de la tierra de los sueños -en esta ocasión California- a bordo de una camioneta Ford que de una u otra forma termina

Indignados

D e tanto sinvergüenza que lucra gobierna y roba De tanto adormecido que camina, calla y traga Sin encontrar motivos que expliquen esta y Otros tantos motivos de indignación; a saber: La mala educación La mala salud Los malos sueldos Las condiciones injustas de trabajo y de vida. Indignados ante la cotidiana hipocresía que nos habla de igualdad y aplasta y discrimina a quienes no nos parecen tan iguales. De votar pero no elegir Indignados ante la gula cuando todavía hay tanta tanta hambre entre tantos y tantos niños Quizás no tan cerca, tal vez no tan lejos pero indignados ante tanta falta de equidad Tanta falta de respeto Tanta banalidad, tanto grito, Tanto rezo y consenso que no pretende más que retrasar el estallido que viene, las piedras que romperán las vitrinas donde se reflejan los rostros de aquellos que nunca han sido considerados en este modelo que al que calla le otorga y al que miente le premia. Indignados de tantas caras sin expresión D