A veces me tomo demasiado en serio tantas cosas; me angustio, me canso y es en vano. Olvido como era ser niño, contar con tantas horas para hacer tantas cosas que de importantes no tenían nada. Olvido cómo era leer los libros de Mark Twain . Aquel sarcástico, fresco y creativo autor que tantos de nosotros leímos cuando fuimos niños y que a pesar de ser adaptado tantas veces en cine y televisión, es insuperable en relación a lo que sus escritos nos hacen sentir. Las Aventuras de Tom Sawyer , El Príncipe y El Mendigo y Las Aventuras de Huckleberry Finn entre los más famosos; pero tiene tanto en lo que quedarse y volver llevándole la contra a los años y a la manera de pensar que nos abruma cuando llega eso que llaman madurez. Reír, fascinarse ante la sorpresa que le produjeron sus innumerables viajes por el mundo, su forma de contar anécdotas y describir personas y personajes que aún podemos encontrar cuando nos atrevemos a caminar un poco más lejos de las fronteras que nos autodet