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Mostrando entradas de abril, 2019

Un paño

H ay veces en que un simple paño puede contar mucho sobre un cariño que fue pero que jamás se fue. De aquella breve historia no quedaron cartas, mucho menos fotos (bueno, sí, hay una pero como ellos termino por pasar inadvertida) que evidenciaran lo mucho que se quisieron ni los lugares que frecuentaron. Únicamente estaba el paño; un trozo de un grueso género de color verde con un sobrio diseño bordado en el centro. Él lo usa como individual en la media hora de almuerzo que le conceden en el trabajo donde se conocieron; lo empezó a usar a penas ella se lo regaló y aunque sobre aquel paño tuvieron muy pocos almuerzos juntos, no lo ha dejado de usar jamás...en realidad si lo ha dejado de usar algunas veces; lo ha conservado manchado y doblado en su bolso de la colación durante incluso semanas, aparentemente olvidado como el recuerdo de ella esperando encontrarse con algún momento en que nostálgico de los momentos que vivieron juntos pueda entregarle al paño los cuidados que solía rese

The Best of Billie Holiday

A lgo que tienen bueno los actuales mega mercados es que en el afán de mostrarse o verse así mismos como adalides de la cultura para la mayoría de los intelectos, ponen al alcance de su clientes canastos en donde se pueden encontrar discos muy económicos pertenecientes a un tiempo que parece estar más alejado de lo que ellos mismos pretenden. Discos compactos, libros y cómo no: vinilos, ahora que está tan de moda volver a pagar y revisar aquellas maravillas de carácter indiscutido. Casi no puedo resistir la fascinación ante obras que conoce el común de la gente y las ganas de compartir, comentar o solo escuchar y no decir nada acerca de discos como On The Sentimental Side de una de las inevitables damas de las que se debe hablar cuando se habla de jazz.  Billie Holiday deja en estas grabaciones pertenecientes a los primeras décadas del siglo pasado momentos de verdadero y sereno deleite; la excusa perfecta para una buena lectura, para un buen vino o para el amor pausado. A lo l

Libro de Manuel

E stuve esperando la lectura de este libro por varios años; no lo quería comprar, no por falta de dinero o por tacañería; anhelaba que alguien que me conociera un que fuera solo un poco tuviese la deferencia de regalármelo. Finalmente ocurrió y compleja como ha sido mi relación con respecto a la mayoría de la obra de Julio Cortázar ; es muy poco lo que puedo presumir de comprender en una única lectura. Esta anti novela que en un comienzo no me parecía demasiado distinta de Rayuela o de 62; modelo para armar terminó por estremecerme hacía sus páginas finales como hace mucho tiempo no me estremecía un libro. Un poco de historia; El autor en esta ocasión quiso solidarizar con los grupos de extrema izquierda que se oponían a las devastadores dictaduras surgidas en latino-américa ha principios de la década del setenta. Escrita en tiempo presente por decirlo de algún modo, el libro fue concebido como un desafió planteado hacía si mismo por un escritor que hacía relativamente poco había

El hombre elefante (1980)

A l parecer, la condición humana no es nada fácil de defender. Recuerdo muy a flor de piel la primera vez que vi El hombre elefante , todavía siento la emoción contenida ante la devastadora humildad que aquel tremendo actor que fue John Hurt puede transmitir bajo tan estremecedor maquillaje. Maquillaje que en nada especula ni festina pues fue creado a pie juntilla de los registros médicos del verdadero Joseph Merick; ciudadano inglés que conmociono a una época que hoy parece distante pero no tan ajena.  El apartado técnico nada tiene de pretencioso; creo que no se podía contar esta historia de otra manera que no fuera en un perfecto blanco y negro que tanto dice de nuestra posición con respecto a quienes difieren de aquellos seres humanos que se ven a si mismos como normales. Que la música elegida para los momentos culmines pudiese haber sido otra si reparamos en que David Linch , aquel artesano, músico y director que mucho sabe cuando se trata de retratar aquellos recovecos inco