D os que en muy poco se parecen pueden permanecer juntos si en verdad, además de quererse, se respetan. Si son conscientes de que para escribir su propia historia deben evitar el egoísmo. El amor suele resultar cuando piensas en los motivos del otro, cuando pones el centro de la relación fuera de ti. Nunca existió aquello de vivieron felices por siempre y el tono que prevalece es el de los grises. Definitivamente no nos resulta fácil ver aquello con lo que contamos y es una distracción demasiado al alcance de la mano eso de frustrarnos por no recibir lo que esperamos. Los hijos suelen ser una proyección que ayuda mucho, tanto que algunos solían cometer el error de obligarse a permanecer juntos viéndoles a ellos como justificación o excusa. Cuando dos permanecen juntos por tantos años es para complementarse, para entender que la rutina siempre termina por ser oxido en las articulaciones que nos otorgan flexibilidad, que el espacio de uno no tiene por qué ser siempre