A mar es esperar, guardar silencio cuando las palabras no alcanzan siquiera a parecerse a aquello que sentimos. Es sentir que tu tiempo es el tiempo de aquellos a quienes amas…no se pueden amar las cosas como se ama aquello que vive y que te mira. Puedes amar a un cachorro, pero no puedes creer que te pertenece porque los cachorros crecen y después no quieren quedarse; mientras tanto lo debes cuidar como si no tuviese a nadie para hacerlo que no fueses tú. Hacerle cariño y enseñarle aquellas cosas de las que se debe cuidar y a las cuales de ninguna manera le debe tener miedo. Amar es confiar que, aunque el cachorro te salga terco, tarde o temprano algo de lo que le enseñaste le servirá. No sirve en el amor cuando a quien amas te necesita, sirve cuando tú sientes que necesitas a quien amas. Amas a pesar de que las palabras no tengan manera de explicar aquello que sientes y te quedas porque presientes que cuando madure aquel amor será un racimo de certezas muy grandes…