Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2021

Batman (1989)

    E sta la fui a ver al cine el año en que se estrenó. El cine era una sala cerca de la plaza de armas de la capital y yo tenía quince años. No había ido demasiado al cine y lo recordaré siempre como uno de los primeros días en que me permití ser niño. Siempre me gustaron los superhéroes, hace poco me empezaba a gustar el cine, la película la dirigía un tal Tim Burton y en nada se parecía al Batman que hasta hace poco se podía ver en las tardes por la televisión. Era una visión oscura del personaje, más de acuerdo con la visión que le había dado Frank Miller también hace algunos años en el mundo del cómic (otra pasión que vine a reconocer más bien tardecito). El Guasón (como le decíamos y le decimos a el Joker en Latinoamérica) estaba interpretado por Jack Nicholson . uno de los grandes actores en la historia del cine norteamericano. Que como cabía esperar, le robaba la película a Michael Keaton que era Bruce Wayne/Batman y por tanto el protagonista.  Qué película más entretenida

21 lecciones para el siglo XXI

    N obleza obliga , como bien dicen por ahí. La verdad es que había terminado de leer 21 lecciones para el siglo XXI hace ya un buen rato y quedé con una muy grata sensación tras terminarlo. Hace dos años y algunos días escribí que la publicación de este libro, que es y no es una prolongación de dos verdaderos superventas del historiador Yuval Noah Harari se me antojaba como un aprovechamiento de la gallinita de los huevos de oro. ¿Cómo no pensarlo', con dos libros tan leídos como comentados poco oportuno hubiese sido, bajo el criterio de éxito editorial, no haber publicado lo antes posible otro libro. Escribo que puede ser una prolongación, tanto como puede no serlo porque esencialmente son artículos que el autor había escrito sobre temas derribados de sus rentables, a la vez que muy buenos libros, reunidos y mejorados a la luz de las inquietudes que la propia lectura de su trabajo provocan en el lector. Parece ser que también a este libro le fue bastante bien en lo que a venta

La sensibilidad (III)

   T emprano, rumbo a las ferias con mi carretón acostumbraba encontrar pajaritos muertos. No tengo idea si los mataban, si se morían solos o qué; el hecho es que me detenía un momento apegando mi carretón a una orilla del camino para recogerlos y buscar un lugar donde darles sepultura. Nunca me gustó ver cadáveres de pájaros a medio devorar por los gatos, razón más que suficiente para querer enterrarlos y continuar mi camino.     No fue la única vez que tuve que enterrar animales; alguna vez hube de darle sepultura en el patio de la casa de sus dueñas a un perro siberiano casi de mi porte que había muerto de viejo tras muchos años de darles compañía.     Debo confesar que cada vez que oficié de sepulturero dirigí sentidas palabras a los difuntos. Nunca me pregunté por qué lo hacía, pero lo hacía cuando era niño y no tenía prejuicio alguno; los animales siempre me gustaron y me inspiraron gran respeto: puede ser que no hubiese superado entonces el haber asesinado alguna vez a un po

La edad perfecta para ser

      D esde siempre me ha llamado la atención el que haya que tener cierta edad para hacer ciertas cosas, el que la infancia, la juventud y la adultez deban obedecer a rangos de edad habida cuenta de que la vida es y ha sido siempre una loca de remate. Mozart ya era un genio a los ocho años...¿y qué? tal o cuál mujer se había casado, tenía hijos y un interesante grupo de bienes materiales a los veinticinco...¿y qué?. Juan Pérez, cualquier Juan Pérez, quería ver el mundo con simpleza, sin la medida ambición que se recomienda se ha de tener después de los treinta años y poco a poco, aquello que llaman progreso le fue dejando atrás...una vez más ¿y qué?. Una persona no ha empezado ni terminado nada hasta que lo decide; poco o nada tiene que decir aquel infundado obstáculo llamado edad. En los tiempos en que nos ha sido dado vivir, los niños suelen ser sabios antes que los adultos y los adultos cada vez parecen más prisioneros de todo aquello que se suponen deben ser. Terminada cualquier