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Mostrando entradas de mayo, 2017

Que te vaya bonito (Entrada N° 500)

Cien años de soledad

E ste año el cumpleaños número cincuenta del libro Cien años de soledad . Vaya libro; gordo, entretenido, inspirador e imitado a decir basta. Su autor, Gabriel García Márquez , escribió siempre a la sombra de ésta, su obra de arte. Millones de ejemplares, reconocimientos varios y no cabe ni la menor duda; el libro los merece y los vale. La historia de los Buendía, la del pueblo de Macondo a lo largo de varias generaciones nos atrapa desde las primeras líneas. Es un eterno deambular entre la tragedia, la culpa y un realismo mágico que al día de hoy sigue fascinando a quien se anime a adentrarse en la historia de la familia. Es la historia que define gran parte del folclórismo con el que durante muchas décadas imaginó a nuestros pueblos de Centro y Sudamérica el mundo europeo...inocencia o quizás ignorancia, temores religiosos y prejuicios sociales. Un mundo que incluso al día de hoy sigue teniendo tanto de nuestra realidad como de nuestros sueños. Leerlo es tiempo ganado; sob

El bambú japonés

N o hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego.También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita sea! Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíce

Chavela Vargas

A hora que las cantantes jóvenes de nuestros maltratados países han decidido tomar el toro por las astas y no avergonzarse de usar la guitarra, cantar lo que el alma siente; es más que necesaria una visita al inicio de algunos de estos cantos. Detengámosnos  por ejemplo en el año 1961; en un disco en que aparecía una mujer que ningún empacho tenía en aparecer vestida como hombre en la carátula de su disco; una mujer que cantaba las canciones que normalmente cantaban los hombres y que no era, que duda cabe, una mujer cualquiera. Estoy escribiendo sobre Chavela Vargas quien junto al Cuarteto Lara Foster nos entrega canciones desde el alma de lo que hoy algunos piensan es cosa nueva. Mucho reconocimiento tiene hoy esta interprete mexicana y en este; su primer disco ya podemos sentir algunas de sus más bellas interpretaciones. No volveré , La llorona , Un mundo raro y Paloma negra , junto a otras ocho composiciones íntimas y maravillosas nos entregan un adelanto muy claro de lo qu