H ube de dedicarle tiempo a la lectura de las 600 hojas que forman parte de esta segunda edición de la biografía abordada por Frank Harris a comienzos del siglo XX y publicada hasta ahora en variadas ediciones. Como me había ocurrido antes con el grueso volumen que reúne las obras completas de aquel, cuando menos singular, autor inglés que era Oscar Wilde, esta edición de 1951 la conseguí en un persa a un precio realmente irrisorio. Desde el momento que lo obtuve presentí que estaba ante una lectura que marcaría un antes y un después en mi fascinación por este autor de quien ya he comentado antes, la desbordante emoción que me producen algunos de sus cuentos. Lo primero; ninguna mención a sus cuentos en tan grueso tomo. Toda la atención se la llevan sus obras de teatro, es decir se le describe únicamente como un dramaturgo pletórico en un comienzo de reconocimiento e ingenio, victima hacía el final de sus días de sus placeres y la hipócrita sociedad inglesa de la época. Podemos