S e vuelve complicado comenzar a sentir rabia, decepción y tristeza cuando se es pobre. Intentar expresar sin herir ni herirse, darse por enterado de que no tienes siquiera la posibilidad de esperar porque en esperar has visto que a otros se les ha ido la vida. Se vuelve complicado oír a otros hablar del hambre y verles comer sin notar siquiera a quienes continúan sintiendo hambre a su lado. Crecer entre gente que a menudo debe elegir sobrevivir solos porque cada vez se hace más difícil vivir con los que están al lado. Intentar protestar en medio de una masa gris que calla y otorga porque, saben mejor que nadie que el protestar a otros les ha costado demasiado caro en el pasado. Uno ve a tanta gente hablando de los pobres sin haberse sentado a tomar una taza de té en la mesa de cualquier pobre, tanta gente hablando de la justicia olvidando ser justos con aquellos que son más frágiles o menos poderosos, oye a tanta gente hablando del amor de Dios los domingos e ignorando los