La Edad de Oro (Cuba;1889) Un ejercicio de amor y verdadero respeto por los niños de América el que desarrolla en cuatro números José Martí. En medio de los revueltos días en que Cuba preparaba la lucha de su primera independencia, el poeta pensaba en cómo hablarle a los niños sobre un mundo que aguardaba para ser descubierto por ellos. Replata de textos e ideas frescas aún hoy que desde su aparición ha pasado tanto tiempo. De la presentación y el lenguaje sería un delito no escribir que son el resultado de un trabajo prolijo y cuidadoso, un verdadero ejemplo de literatura que toma en cuenta que el público al que va dirijido, no por pequeño adolece de inteligencia. Desde el primer número, en la gratificante presentación de la revista, se puede hayar una declaración de principios acerca de el desafio que conlleva ser niños. Es una invitación a ver el mundo con despejados ojos y despierta conciencia de que vivimos en sociedad, de que existe un bien universal que se