N o fue muy bien recibida esta obra maestra del siempre interesante director Alfred Hitchcock al momento de su estreno, al parecer era muy intrincada para el es pectador medio de fines de los años cincuenta, pero el tiempo se hizo cargo de hacerle justicia y hoy en día se le considera una de las mejores películas de realizador que no tiene igual en su estilo de proyectarnos sus historias. James Stewart (una vez más; sin duda un actor que sabía como dar con el cariz de distintos personajes) es un detective que trabajaba para la policía de San francisco y debido a un incidente provocado por su horror a las alturas, decide retirarse y trabajar de manera particular poniendo una agencia a la cual asiste un día un viejo conocido que le pide que vigile a su esposa (una gélida e inquietante Kim Novak ) El aceptar tan acometido no es sino solo el comienzo de una delirante historia donde se mezclan, como solo el maestro del terror psicológico podía hacerlo, las obsesiones y las más bajas