A lguien en el universo espera que yo sea feliz. Que recuerde a quien me ha olvidado. Que no espere, anhele, ni crea en la fortuna. Que tenga muy claro que lo necesario no tiene precio y que a lo realmente valioso no es posible ponerle un precio. Es por eso que soy feliz. Es por eso que te invito a celebrar la fiesta de todas las vidas. Vamos a encontrar el sentido de la que se apaga y a comprender porque aún nacen motivos para que tú, ellos y yo sigamos adelante. Para que de una vez por todas entendamos que las dificultades son el condimento de la vida y que no puede reconocer el día quien no ha vivido en la noche, ni entender cuánto extraña quien en verdad no ha amado. Ahora más que nunca es el momento de volver a ver, sentir y oír aquello que nos explica lo confuso del ir y venir cotidiano. Tenemos todo para ser felices, el problema es que lo realmente importante permanece enterrado bajo toneladas de prejuicios e ideas equivocadas acerca del tener o no tener. Te invit