E l francés tuvo que venirse de Europa hace muchos años. No se ve cómodo, incluso ahora que ya lleva varias décadas viviendo entre nosotros. Antes de irse a Francia, él vivía en el barrio alto. Su familia tuvo que migrar por motivos políticos y en el viejo mundo él hizo parte importante de sus estudios y adquirió bastante de la cultura que no puede exhibir entre pueblerinos que tan poco saben de las cosas del primer mundo. No pocas veces le he preguntado por la razón que permanece aquí. Es lo suficientemente mayor para no tener que darle explicaciones a nadie de sus actos, pero los tres preinfartos que ha sufrido, sus constantes rabietas y explosiones verbales con las que primero ofende y luego da pena, no hacen otra cosa que hacerle daño a él. A él que insiste en que es directo cuando dice lo que piensa sin tener la menor idea de lo que siente y que no puede evitar hablar mal de las personas a sus espaldas. Viste ropa de marca y no puede evitar fijarse en qué es lo que visten la