Q ué angustiante es la necesidad y la tristeza cuando no puedes hacer nada en un momento determinado por los otros. No puedes a pesar de tu serenidad dar consuelo a quién todo lo pierde. No puedes salir corriendo y levantar los escombros que nuestra ignorada fragilidad ostenta a modo de mensaje sobre el suelo. Ves gente temblando ante la sola idea de que algo peor ocurra, ves niños jugando entre colchones y muebles asilados junto a sus madres en las plazas públicas, ves turbas desesperadas intentando conseguir articulos de primera necesidad pues ya ha sido mucha la angustia y la espera y vez lo que creías que solo era posible en países desesperados ante la miseria y piensas que tal vez ahora se comprenderán mejor los días, las semanas, los meses y los años en que algunos países viven sumidos en esta angustia, en esta necesidad de pan y abrigo. Pero ves además lo que no quisieras ver; ves a quienes corren para saciar su inacabable hambre de venganza social, ves a quienes ocultan e