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Mostrando entradas de febrero, 2008

La fe en mi pueblo

En mi pueblo había una asamblea y una parroquia. Un pastor y un cura; pero era imposible una sola visión con respecto a Dios. Los domingos algunos de los habitantes del pueblo caminaban con rumbo a la asamblea y otros a la parroquia. Nunca se cruzaban camino al inicio de sus fiestas del espíritu porque obedecían a distintos horarios. El rebaño del pastor se reunía a las 9:00 horas y los fieles del cura, a las 11:00 y aunque hablaban casi de las mismas cosas nunca fue posible que se juntaran bajo un mismo techo. Públicamente el pastor y el cura se mostraban y se declaraban hermanos, pero en la intimidad, permanecían pendientes de las movidas del otro como si jugaran una partida de ajedrez y nosotros, el resto del pueblo, fuéramos los peones. El alcalde y su señora eran el rey y la reina y ambos contendores ambicionaban ganarlos para su causa pues era muy poco relevante jugar solo con piezas de poco valor. Los mercaderes y los ricos recibían un trato especial en los templos de aquellos

Amanecer (1927)

Un drama con rasgos de triller psicológico, una comedia absurda sobre infidelidades, una historia de amor de las buenas, una clase de expresión y de emociones, todo sin emitir una sola palabra. Aquello y más puede ser según el gusto de cada quien Amanecer de F.W Murnau. Esta película sin lugar a dudas es una obra de arte, un derroche de efectos y contraposiciones de imágenes sorprendentes para la época. La debe ver quien ama el cine mudo, quien gusta del buen cine, aquellos que buscan historias de amor incluso en estos tiempos ambiguos y egoístas. Es la historia de un campesino arrebatado por los encantos de una mujer de la ciudad. Es pasión más que amor y toda pasión consume y este caso envuelve a los amantes en un abrazo que tiene tres aristas. Pues el campesino embriagado en este súbito amor ha descuidado a su mujer (sí, es casado ¿que esperaban?) a su hijo y sus deberes.  La mujer de la ciudad le propone que juntos huyan para lo que le propone que mate a su esposa y en esta

En este mismo instante

Quiero dar inicio a esta nueva etiqueta con un texto que encontré pegado en una puerta. Durante mucho tiempo no quise averiguar a quién pertenecia; prefería reflexionar a cerca de cada uno de sus versos, pero hace algunos días hubo que pintar la puerta y quitar la hoja con el poema; tras aquella puerta vivieron los sueños de una adolescente seguramente maravillosa (algo nos tiene que haber querido decir a los nuevos moradores de la que había sido su casa dejando pegado el papel en la puerta), y en ese mismo cuarto yo ubique mis libros y el computador en que escribo cada semana este blog. No es casual, hay personas que sienten el deber para con el otro con la naturalidad que se siente la pertenencia a una familia que anda desparramada por el mundo. En eso pienso en este instante, en que hay textos y pensamientos que se deben compartir. Ojalá tú que lees te animes a comentarlos (recuerda, se trata de compartir). Este poema fue escrito por José Agustin Goytisolo , un poeta español que nac

El odioso

Había en mi pueblo un hombre que los odiaba a todos. Salía poco a la calle porque no confiaba en nadie, para él todos eran infelices y deberían morirse. No era un hombre mal parecido así que era muy difícil encontrarlo solo, además tenía una bella sonrisa; era una sonrisa impostora, en el buen sentido de las palabras. Sonreía este hombre y era muy afectivo con todo el mundo, eso por fuera, pues mientras abrazaba o estrechaba una mano, pensaba en mil maneras en que el saludado debiese morirse. Quienes lo conocían hace más años contaban que nunca sintió verdadero amor por nadie; solo se le conocía un solo verdadero amor: su madre. Amaba a su madre de manera exagerada. Ella era comienzo y fin en su vida; las esposas podían ser abandonadas, los hijos podían ser olvidados, pero la madre, la madre era sagrada. Viviendo como vivía no es nada raro que sufriera de carencia de alegrías. No tenía un trabajo estable porque nunca había terminado sus estudios y no duraba mucho en ocupación alguna po