En
Alemania ha caído el muro
(Que
contentos se ven los alemanes
En
tantas fotos a color y en páginas
Llenas
de los diarios oportunistas...)
Sin
embargo yo me pregunto:
¿Será acaso
aquel el muro más grande?
¿Será acaso
el más cruel e inclemente?
¿Qué
se puede decir de los muros
Que
separan a tantos otros de la condición
Propiamente
humana?
Muros
demasiado obvios
Como
para que la prensa quiera reconocerlos.
Un
muro de indiferencia para con el desalariado
Que
ofrece productos, panoramas, alimentos,
Ropas,
vacaciones y calzados que no todos pueden
Alcanzar
Muros
de hipocresía
Ante
la violencia contra la mujer que no acepta
Su
condición de muñeca en un mercado donde
No
solo las mujeres se prostituyen
Ojos
que no ven que la prensa corre desbocada
Hacia
el suceso truculento para llenar sus hojas
De
crónicas rojas
Existe
un muro de contención para los que piensan
Distinto
a como piensan los que celebran el derrumbe
De los
sueños que no son rentables, la caída final de los
Que no
tienen derecho a mandar en el mundo pues solo
Quienes
venden y compran pueden formar parte del
Mundo
que estos diarios cantan y celebran...
Existen
tantos muros levantados en tantas partes
Y estos
ilusos editores centran su atención en el más
Irónico,
precisamente uno que teniendo nombre de
Pastel
les amargo la existencia por tantos años a los
Dulces
alemanes.

Noviembre de 1989/Junio de 1994
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