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Mostrando entradas de 2024

En algo hay que creer (II y III)

II  S egún avanzaron los años y los siglos; según los hombres y las mujeres se atrevieron a pensar por sí mismos y el raciocinio develó los pobres argumentos de quienes defienden las distintas perspectivas de la fe, las religiones comenzaron a ser menos poderosas. Escribo menos porque como institución tan propia de las civilizaciones les sigue otorgando una incomprensible importancia a los dogmas.     Poco importa en qué lugar del mundo, aquellas verdades de las que presumen quienes, disfrazados de ovejas, simulando su natural agresividad, continúan determinando el libre albedrío de los otros y las otras. Otorgo que cada vez son menos aquellos que conservan la fe de sus mayores, que ante los irrefutables argumentos de la ciencia es muy difícil mantener aquello que se cree o que conviene creer, pero no puedo evitar pensar en que la fe es un pilar que, aunque momentáneamente ignorado, permanece inalterable como sustento de la condición humana. III     ...

En algo hay que creer

* C on una madre que encontró toda la fortaleza que necesitaba para salir adelante con dos hijas y un hijo, sin estudios y con una casa por pagar, en la fe hacía el Dios del que le había hablado su propia madre. Con hermanas que buscaron pertenecer, con suertes dispares, no sólo a una sino o dos o tres iglesias, sería un despropósito asegurar que me mantuve ajeno a las religiones en mi infancia.     Mi mamá nunca nos impuso sus creencias religiosas; alguna vez nos llevó a un par de iglesias para que supiéramos de los evangelios, pero nunca impuso obligación alguna con respecto a creer o a no creer.    Por otra parte, estaba nuestro medio padre; él vociferaba su ateísmo, la improbabilidad de que se alcanzara el bienestar de todos los hombres, mujeres y niños de otra manera que no fuera el comunismo. Tampoco nos impuso nada.     Tanto la una como el otro profesaban su fe para sí mismos, con miedos propios y esperanzas que nunca se cumplieron d...

Especiales hallazgos (II)

C uando vi la foto de Han Kang en el articulo que informaba que ella era la ganadora del premio Nobel de literatura de este año debido principalmente a su libro "La vegetariana" me entraron unas ganas inexplicable de leer ese libro. No me había pasado nunca; bueno, no me había pasado nunca tampoco que encontrara la foto de alguien que se hubiese ganado el Nobel tan atractiva. Me gustó la escritora y me volo la cabeza su libro. Puede que sean las horas más estremecedoras que en que haya tratado de respirar en lo que respecta a este año. Minimalista y certera al grado de sacudir al lector con las palabras precisas al momento de decir lo que ella quiere decir. Normalmente uno recuerda historias como estas desarrolladas en gruesos volúmenes que marcan nuestras vidas (la obras de Fiodor Dostoyevski o las de Víctor Hugo, por nombrar a penas a dos de los nombres que se esgrimen cuando se habla de literatura superior). En este caso bastan algo así como ciento veintitrés páginas. ...

Especiales hallazgos

R ecuerdo que los diarios y los noticieros de la televisión acostumbraran hacer resúmenes sobre los principales hechos ocurridos en el año cuando faltaban pocos días para terminar el año. Eso voy a hacer este último mes de este 2024 que ha venido a ser un año de "especiales hallazgos".  Comenzaremos por Emil Cioran. Escritor y filosofo rumano que vivió, murió; luego volvió a vivir y a morir entre 1911 y 1995. La muerte era una obsesión para este hombre de un humor oscuro y una oratoria clara a la vez que desesperanzada. Gran parte de su obra se publicó en francés, lo que podría llevar a confusiones (como la manera en la que algunos escriben o dicen su nombre; Émile Cioran. Sus obras, conjunto de aforismos en su mayoría, son un agridulce tratado de decepciones e ironía.  Este "provocador" no se veía así mismo ni como un filosofo ni como un escritor; sin embargo filosofaba y escribía libros a los cuales usaba como excusa para aplazar el suicidio. Contradiciéndose libr...

Prosas de barro

E ste era un gran año para publicar una novela que en la que vengo trabajando desde 2018. Cumplí cincuenta años y quería celebrarlos publicando un libro que espero quede bueno...pero, al parecer no aún el momento. Hace algunos meses confirme mi participación (por segundo año consecutivo) en La Feria Internacional del Libro y necesitaba presentar un libro nuevo que llenara, aunque solo fuera ligeramente, el vacío que me causaba el no haber sido capaz de terminar, ahora sí, el libro que espero tener listo para el próximo año. Fue entonces que, al igual que lo había hecho con los poemas políticos en No hay perdón para el olvido, publiqué una compilación de prosas. El titulo Prosas de barro me viene siguiendo desde mis primeros escritos; en esta compilación algunas de las antiguas prosas han sido reescritas desde una perspectiva un tanto distinta a la que tenían cuando fueron originalmente escritas. Incluí algunas que sentía que antes no estaban listas para ser hechas publicas y ahora sí. ...

Buster Keaton; A Hard Act To Follow

B uster Keaton era, en la acción, lo que Charlie Chaplin era en la sensibilidad. Inexpresivo a la vez que plástico y casi irreal en lo que se refiere a los riesgos que corría con la finalidad de ofrecer una buena película. Esta miniserie inglesa que se puede encontrar como un documental, dividido en tres partes, busca honrar aquel increíble legado de risas basadas en situaciones lo mismo absurdas que peligrosas. Keaton era un genio, un genio muy mal aprovechado cuando apenas comenzaba a repuntar una carrera que, de seguir creciendo, pudo haber puesto en serios aprietos al reinado de Chaplin en lo que respecta al cine mudo. A través de las casi tres horas de material expuesto pueden ser mucho mejor entendidas las malas decisiones, los problemas familiares y la tan mencionada dependencia del alcohol que suele ser señalada como la causa de la perdición de uno de los mejores creadores cinematográficos de todos los tiempos. Desde su carrera infantil y hasta sus postreras apariciones en tele...

El cuento de la princesa Kaguya (2013)

M e  acordé de La novela de Genji cuando estaba viendo esta película. La belleza de la pintura con acuarelas, el sonido del koto y tradiciones que poco o nada tienen que ver con las de las civilizaciones occidentales. También me sentí fascinado por la posibilidad de ver una película de Isao Takahata distinta con respecto a su animación más característica. La historia de la pequeña princesa que un campesino encuentra en una caña de bambú es hermosa lo mismo que trágica. Ya sé que hablamos del director de La tumba de las luciérnagas y principal responsable de las desventuras vividas tanto por Heidi como por Marco (ojala tengan la edad para entender el chiste). La niña que nació en un bambú crece muy rápidamente, con facilidad cautiva a todos cuantos la conocen y podríamos decir que vive una infancia pobre pero muy feliz. El hallazgo, por parte del padre, de riquezas en otras cañas de bambú es entendido como la señal inequívoca acerca del destino de la niña; entonces es trasplantada...

El problema

E l problema no está en que ahora haya tantos problemas: la falta de honradez, la mediocridad, el arribismo...el problema está en que cada vez más, vemos los problemas como algo que ocurre fuera de nosotros. La culpa la tienen los otros. Nos sentimos mal, y entonces hablamos mal. Se nos llena la cabeza y el alma de angustia, impotencia ante tanta banalidad e injusticia.      Escribimos como si en nosotros no hubiese error cuando el error más irremediable es no ser capaz de verse uno mismo claramente.     No es que desde siempre haya pensado así; también por muchos años cargué con el peso de todo aquello que tantos prefieren no cargar. Miré a los otros y me descubrí muchas veces molesto por todo cuanto no iba ni va bien. Pensaba por entonces que en el silencio se hallaba la paz, después le creí a quienes me dijeron que en la violencia estaba la solución a todos los males que aquejan a este y muchos otros pueblos. Ni la pasividad ni el encono me sirv...

En momentos de crisis

E n momentos de crisis es posible contemplar lo mejor y lo peor del ser humano. Cuando las crisis son pasajeras, los actos se diluyen ahogados por lo cotidiano, lo superficial del día a día en que no resentimos la falta de luz que solemos atribuirles a los momentos de eso que llamamos normalidad. Cuando hay crisis, la que sea: económica, social o de salud, por nombrar algunas de las recientes, tememos a sucumbir, a no ser capaces de sobrellevar las duras embestidas de lo que sea que esté pasando.     He visto personas exigiendo ser respetadas más por lo que significa el trabajo que hacen que por ser personas; personas a las que se supone ya no les debiésemos tener ningún tipo de respeto por el solo hecho de formar parte de los estamentos duramente cuestionados tras la severa crisis de lo establecido mostrando que más que grises funcionarios, son más personas que aquellos que atropellan e insultan en nombre de los derechos de las personas. Este es un mundo raro; siempre lo ha...

¿Una r(e)vuelta muy grande para llegar donde mismo?

H ace   cinco años todo parecía más claro; caótico, pero claro. Claro para quienes vivimos desde siempre la historia del país desde abajo, caótico para quienes vivieron siempre en el centro y en la cima de esta lechuga hidropónica que resultó ser el país. Octubre de 2019 no debió sorprender a aquellos que vieron las señales que hace mucho rato las organizaciones de base venían dando. En los años previos fue madurando sus conceptos políticos, sociales y económicos un grupo de personas pensantes que terminaron por entender que permaneciendo en la calle jamás serían escuchados. Imagino que fue por entonces que comenzó su travesía hacía el poder; un poder que desde la calle combatían pero una vez que formaron parte de él terminó por contaminarlos. Dicen que el infierno está lleno de buenas intenciones y al parecer esas personas pensantes que combatieron el poder que terminó por cambiarlos lo tienen hoy más claro que nunca. Los medios de comunicación (perteneciéndole todavía a los mismo...

La música (V)

*     L eonardo Favio, en materia de romanticismo, era para mí un modelo a seguir, una ventana hacia un patio no encontrado en ninguna parte que se abrió explicándome de alguna forma cómo era que yo quería hablarles a las mujeres cuando me propusiera enamorarlas.      Sonaban sus canciones en la radio y en mi personal estéreo como sonaban las de muchos otros cantantes, pero, ninguna me decía tanto como las canciones que había escrito e interpretado este hombre de voz recia que sin embargo podía decir cosas muy tiernas.     Muchos años después supe que ante todo Leonardo Favio Había sido director de cine (uno de los más importantes de Argentina); que grababa discos y hacía giras de tanto en tanto para poder ganar el dinero que necesitaba para poder filmar las películas con las que soñaba.     Son caprichosos a veces los caminos del arte, o tal vez simplemente extraños, porque muchas más personas lo reconocen y lo recuerdan...

Life of Pi (2012)

C uando se estrenó Life of Pi las películas en 3D se habían vuelto a poner de moda. La culpa la tenía Avatar (2009) de James Cameron y tengo que reconocer que el nombrado efecto me fascinó en ambas películas a partes iguales. Eso sí, la historia de Pi me provocó mucho más interés que la versión futurista de Pocahontas que resultó ser, para mí, Avatar. Life of Pi (o Una aventura extraordinaria) es una película de Ang Lee que puede que no sea tan conocido ni mucho menos mejor director que Cameron pero que, en esta ocasión y repito, para mí, ofrece una obra mucho más profunda en lo que respecta a lo que vamos a ver...Un joven que siente atracción por todas las religiones que ha conocido, viaja con su familia en un barco que va a naufragar poniéndolo en una situación muy particular, en medio del mar y acompañado ni más ni menos que por un tigre. El uso del 3D es sorprendente pero la película me gusta mucho aunque se vista en su versión normal. El dilema de creer en lo que nos parece más ra...

Una bufanda

  H ay una bufanda que me abriga el silencio de las mañanas. Me cubro tras de ella cuando creo disimular mis ojos bajo la sombra de una boina griega. Mi voz, el brillo en los ojos no son temprano por la mañana. Es, la mayor parte de las veces, el silencio. Pretendo pasar inadvertido entre la marea humana que, en la madrugada, no es aun una alta marea. Hay veces que la voz que suena, desinteresada de todos y todas, dice que hay un leve retraso en el servicio del tren subterráneo. Los gestos de quienes esperan son de todo, menos desinteresados. Mis gestos no dicen nada amparados tras de una bufanda. Una bufanda que no fue pensada con otro fin que publicitar a cierto Banco en el cual, hace muchos años, trabajaba alguien que yo conozco. Una bufanda de polar; siempre calientita y discreta cuando se trata de guardar los gestos de un hombre al cual le cuesta mucho no ser torpe con lo que su boca, o sus ojos, manifiestan. Me siento a salvo; cinco días a la semana y cuatro semanas laborales...

Frases XXV (José Martí)

Los bárbaros que todo lo confían a la fuerza y a la violencia, nada construyen, porque sus simientes son de odio.   La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes.   Los hombres se dividen en dos bandos: los que aman y fundan, los que odian y deshacen.   La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía.   Vale más un minuto de pie que una vida de rodillas.   Todo está dicho ya, pero las cosas cada vez que son sinceras son nuevas.   Los amigos exagerados son los mayores enemigos.   Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.   Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre.   En silencio ha tenido que ser y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades demasiado recias para alcanzar sobr...