Resulta fácil hacer los caminos
Que desde siempre todos han seguido
No correr riesgos, proclamar las normas
Ir siempre detrás de lo que es seguro
Parecer serio o al menos formar parte
De la mayoría que manda y elije
Remarcar los márgenes que trazan
A los dirigidos los que dirigen.
Esos, todos esos, a mí me dan pena
Los que nunca contrarían las lecciones
Viviendo como vasallos bajo las botas
Sin oponer una palabra a sus patrones.
Los que callan ante el ruido que provoca
La injusticia mirando el suelo
Pues sin arrastrarse no se hallan
Pobres servidores del señor don dinero.
Qué fácil es ser recatado
Mantener la calma y no arder
Ante lo obvio de lo ocultado
A los ojos del que quisiera ver
Van precedidos estos títeres
De oscuros rostros resignados
Por los temores de antiguos tiempos
En que al silencio crecimos atados.
Pobres seres ilusos; creen todavía
Que alguien pagará su lealtad
Como si el amo diera de comer
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