El que dijo que la risa abunda en la boca de los tontos
de seguro es un tonto. No conozco nada tan gratificante como reírse;
reírse con todo el cuerpo y con todos los sentimientos. Reír de lo simple y con
mayor delirio reírse de lo complicado.
No es preciso reírse en el momento en que
se está pasando mal, pero eso sí, no dejar de reírse cuando lo que
nos parecía tan terrible se encuentre ya lejano.
Guardo un profundo respeto por todos
aquellos que hacen reír, me enamoré de una mujer que entre sus más bellos
encantos porta el agua de la risa; ella es capaz de reír incluso tras el manto
de sus propias lagrimas formando dos sendas que la hacen ver tan linda como
tierna. He tenido amigos que son verdaderos artistas de la risa, la portan en
sus más escandalosos colores y la administran generosamente pues saben muy bien
que la risa solo puede traer más risa.
No me río de los otros sino que me río con
los otros. No me río del error de otro tanto como me río de mis propios errores
y me la paso muy bien tratando de enmendarlos.
Me gustan los niños y las niñas que se ríen
de cualquier cosa y me asustan los que ya no saben cómo reír.
No tengo vergüenza de hacer reír
a otros; es más, me encantaría hacer reír más y aislarme menos, porque aunque
amo a esa vieja compañera que es mi soledad a veces pienso que es demasiado el
tiempo que le consagro.
Dicen que reírse arruga la cara,
que se usan no sé cuántos músculos en tan hilarante ejercicio. Dicen
tantas cosas y sin embargo que agradable es reírse.
Todos de alguna manera podemos encontrar el
modo, y está más que comprobado que la risa ayuda a conllevar las enfermedades
terminales; que es un remedio infalible para la pena.
Ojala menos fanáticos se tomaran
las cosas tan en serio y hubiese más gente dispuesta a reír en el
mundo.
Mientras tanto nada se pierde con empezar
nosotros mismos a contagiarnos y contagiar la risa.
Es seguro que bellos surcos
y músculos ejercitados al menos tendremos.
Mucho mejor tener una arruga entre las mejillas por tanto reír, que tener el ceño fruncido por tanto enojarse. Creo que por eso tengo tan marcadas esas marcas al lado de las mejillas :D. Incluso cada día me digo "es mejor afrontar cada cosa que el destino nos depare con usa sonrisa, ya que, las caras enojadas no ayudan para nada" cosa que hasta los niños agradecen n_n.
ResponderEliminarMe gusto mucho lo que escribió!!!!!! (ya que varias veces me han dicho tonta por afrontar las cosas difíciles con una risa)
(n-n)