Un tranvía llamado deseo (1951)

Se asiste en el transcurso de está adaptación de una obra teatral de Tennessee Williams a la aparición arrolladora de aquel tornado escénico que era Marlon Brando. Dirigida por Elia Kazan, es una pelicula que capta la atención debido al magnetismo de sus actores. Vivien Leigh, Kim Hunter y Karl Malden que junto al citado Marlon Brando construyen una de aquellas excepcionales películas que logran trasladar la adrenalina teatral al celuloide.

Una muchacha en apariencia frágil y refinada (Leigh) debido a algunos problemas económicos por los que está pasando su familia debe mudarse para vivir junto a su hermana (Hunter) y su temperamental esposo (Brando). La personalidad de la recién llegada va contra todo lo que ha sido la vida de la pareja hasta aquel momento lo que pronto traerá consecuencias inesperadas a la vida de los tres protagonistas.

Cuando se estreno la película supuso un gran escándalo más por lo que se sugiere que por lo que se ve; pero más allá de toda polémica es una película imperdible. Un clásico que merece con creces el sitial en que está ubicada.

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