Será que siempre existe un precio ha pagar cuando un artista toma partido o que la risa efectivamente es el remedio infalible contra los peores males de la humanidad.
Tiempos Modernos a mi parecer significó para
Charles Chaplin asumir algunos riesgos que lo marcarían de por vida. El primero, hacer una película muda cuando al menos ya hacía casi 10 años que ya existía el cine sonoro, la segunda, hacer que su entrañable vagabundo Charlot se viese afectado por la histórica e innegable lucha de clases.Será como es entendible la última película en que el genial artista se valga de su inocente personaje. Es un justo precio ha pagar por la perdida de una inocencia que de todos modos no se podía seguir sosteniendo. Esta obra de arte levantó las inevitables sospechas de la paranoica censura que ve enemigos en todas partes. Chaplin se las arregla para dar su mensaje con poesía más que con panfletos. Es memorable la secuencia de la marcha de protesta encabezada accidentalmente por Charlot o aquellas que resaltan la mecanización que devora a quienes ni para comer como personas tienen tiempo.
Mensaje social en pantomimas, risas e ideas que brotan sin forcejeo alguno, secuencias inolvidables, actuaciones memorables. Son tiempos de cambio y la adaptación a ellos también tiene un costo. Charlot pasa gran parte del tiempo preso por enredos que además de hacernos reír nos recuerdan cosas que a veces por temor o costumbre obviamos. Una película con la impronta de Chaplin, es decir ternura y humor pero con un valor agregado; el de enriquecer el mensaje. Va más allá en todo momento, es un paso de madurez en el cine de un maestro. A partir de aquí Chaplin demostrará que un genial artista no debe ni puede negarse a las urgencias de su tiempo.
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Pincha el link para ver la película:
http://www.youtube.com/watch?v=o8louQR5P48
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