Qué fresco puede ser el tributo de los tremendos artistas jóvenes que andan dando vueltas por las plazas de nuestro losano continente. He estado escuchando otro regalo, de esos inestimables, que me hace de cuando en cuando mi hermano Gabriel. El disco se llama Un Viajecito y las que nos regalan las emociones son dos muchachas argentinas dueñas de un talento y un estilo tan propicio de las tocatas (aquellas en que todos nos sentimos parte de una colectivo). Cantar es puro corazón y sin embargo en este bello, bellísimo disco podemos encontrar mucho más que eso.
Ando Ganas, El alma no tiene color, La complicidad, Paloma negra y delicadezas como Ríe chinito. De verdad un respiro para quienes amamos el canto colectivo, algo de lo que puede ser que encontremos más seguido. Los arreglos de los músicos que les acompañan no cabe duda que están a la altura de quienes nos (en) cantan.
Canciones que pertenecen a muchos. El disco viaja por las redes se comparte porque para nacer fue compartido. (me gusta como me quedo la frase, no es error) Aquí lo dejo para quien quiera escucharlo.
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