Pendiente tenía la tremenda impresión que me provocó durante el año 2002 el primer disco de un grupo que me parece tremendamente original y dinámico. Lo que aparentemente surgió como una burla, terminó siendo un baluarte de lo que muchos consideramos el sello del nuevo siglo. Cuando oí el primer disco de Gorillaz sentí aquellas irracionales ganas de moverme que me abordan siempre que un grupo o solista va a marcar un periodo de mi vida. Pues bien; esta banda virtual marcó para mí los primeros años de este siglo.
Curiosa mezcla de géneros musicales (brit pop, hip hop, música látina, entre otros) que ya me gustaban. Me provocó un genuino interés por lo que los artistas reales tras los virtuales pudiesen ofrecer en los futuros discos. Interés que para nada se vio defraudado. Pero eso es material de otros tiempos y momentos. Lo que en esta entrada nos convoca es el primer disco.
Lo primero que me gustó fue 19-2000, luego Clint Eastwood, luego vinieron Tomorrow Comes Today, Re-hash y el disco completo en realidad. Las versiones remix que la mayor parte de las veces me entusiasman tanto como las versiones originales. Escuchar proyectos como estos entusiasma hasta al más parco. Era y es al día de hoy música que se puede seguir escuchando varios años después de que fue concebida; así suele ser con las cosas que están bien hechas.
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