A estas alturas, cualquiera que haya leído este blog más de alguna vez, debiese saber que lo escribe un irreflexivo al que se le da muy mal dar explicaciones y si alguna vez tuviese que darlas, creo que lo más difícil sería explicar mis eclécticas fascinaciones musicales. Como no lo voy a hacer me siento tentado a confesar que como cualquiera que haya crecido durante la década de los ochenta del siglo pasado, no puedo pasar por alto el tremendo aporte a la música de aquel personaje tan singular conocido como Michael Jackson.
Tengo hace tiempo un disco doble perteneciente a la colección The Essential que permite al admirador no fanatizado acceder a tal vez las mejores canciones del tantas veces nominado con toda justicia rey del pop. Aunque en rigor lo primero que escuchamos es música de nicho muy alejada de lo que usualmente se vende como música popular. El sonido Motown tan característicos de la banda que conformo junto a sus hermanos, Los Jackson Five predomina en las primera mitad del disco uno y es en realidad una verdadera delicia volver a oír al que desde muy niño era claramente un genio en su arte.De esta etapa ABC, Ben, Shake your body son experiencias inolvidables. En la segunda mitad del mismo primer disco podemos ser testigos de aquel tormentoso paso del niño al adolescente, del artista para grupos minoritarios al artista que comenzará a fascinar a audiencias mucho más amplias con interpretaciones como Rock with you, Billie Jean hasta llegar a aquel golpe a la cátedra que fue Triller cuyo debut en la memoria colectiva vino de la mano de uno de los mejores vídeos musicales de la historia.
El merecido reconocimiento a un artista capaz de sorprender incluso al más conservador en materia de gustos musicales debido principalmente a la perfección de sus propuestas. Un primer disco que cimienta la larga lista de éxitos que comienzan con Bad en el segundo disco. Sonidos que trascienden con toda justicia mucho más allá del sufrimiento que abonó tanta maravilla o tanta polémica según se quiera ver. Aquel es tema seguro para otro tipo de entrada; el hecho innegable aquí es que musicalmente estamos frente a obras musicales que son verdaderamente esenciales.
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