Tenía más que pendiente el comentar este documental de Martín Scorsese que además de dirigir grandes películas ha dejado una serie de documentales imprescindibles para quienes además se permiten dejar fluir su sensibilidad a través de la música.
George Harrison era o más bien es, porque la gracia del arte es que le otorga vida más allá de su propia vida a quien crea una obra digna de ser recordada, el más joven e introvertido de los Beatles.
El documental hace cita textualmente el nombre de uno de los discos de Harrison y nos invita a recorrer una senda de creación bastante espiritual que va desde el caos de la beatlemania hasta el retiro o recogimiento que inevitablemente exige aquella humana búsqueda de lo espiritual. Podemos encontrar imágenes hasta entonces ineditas, obviamente música a un nivel superlativo de acuerdo a los conocimientos y gustos de quien visiona este material que fue producido por la viuda de George (Olivia Harrison) y que cuenta con la participación de no pocas personalidades de la música ligadas al hombre y al artista.
El documental es bastante largo (casi tres horas y media) razón por lo que está dividido en dos partes que permiten degustar de mejor manera, si es que se me permite, la descripción de una carrera musical especial incluso para los propios músicos. Sin embargo, la clara devoción de Scorsesse, y seguro los reparos de la viuda, evitan que el material audiovisual pueda profundizar en el lado más oscuro del homenajeado; acto que por lo demás, el propio Harrrison no tenía demasiados empachos en abordar. Sin embargo es un documental más que digno de recomendar y hoy por hoy nada difícil de poder conseguir.
Comentarios
Publicar un comentario