Ir al contenido principal

Delicatessen (1991)

 


Imaginen lo que será un edificio en una Francia postapocalíptica en un año que puede ser 1950 como puede ser en otro año no definido del todo. Tengan la certeza de que en aquel edificio ruinoso, por cierto, vive una ralea de inquilinos como mínimo curiosos. Un carnicero que es a la vez casero, líder y asesino validado por el resto de los vecino, porque de no ser por él, vaya a saber qué es lo que comerían, una vecina que hará lo imposible durante gran parte de la película por suicidarse, un vecino que siente que es un sapo y vive rodeado de sapos y caracoles, un matrimonio muy pobre que debe convivir con una adorable ancianita y dos niños muy traviesos a la vez que curiosos. A este panorama súmenle que los animales están casi extintos y la carne que se vende en la carnicería es la de cualquier pobre incauto que ande por las escaleras del edificio ya bien caída la noche. Una noble mujer (hija del carnicero) que no comparte en modo alguno los métodos de su padre, un payaso sin empleo que por error termina trabajando en el edifico como encargado de reparar lo que sea...al comienzo de la película hemos sido testigos de cómo el anterior encargado de mantención había hecho lo imposible por huir de aquel nido de locos donde el más nuevo es casi siempre el favorito al momento de ser faenado en beneficio de los vecinos.

Una comedia muy negra, con entrañable mezclas de sonido, momentos de absoluto realismo mágico y actuaciones bizarra a la vez que cautivadoras. Dirigida por Jean-Pierre Jaunet y Marc Caro y protagonizada por Dominique Pinon, Marie-La Dougnac y Jean Claude Dreyfus como el payaso, la hija y el carnicero respectivamente, la película se da el lujo de mantenernos atentos al devenir de los extraños habitantes del edificio, de la improbable campaña de la hija enamorada que en contra de los designios de su padre hace hasta lo imposible por salvar la vida de su singular amado. 

Puede ser que hagan falta al menos dos visionados para entenderla y disfrutarla en todo lo que vale. Es un estilo de cine lúdico a la vez que bello en propuestas artísticas que sobre todo continuaría desarrollando Jean -Pierre Jaunet quien diez años después filmaría aquella bellísima maravilla llamada Amelie y que ya aquí nos regala momentos inolvidables del cine (la sinfonía de la que forman parte la mayoría de los vecinos del edificio en el momento en que el carnicero se cobra el pago de la carne adeudada por parte de la vecina "bonita" o la reparación de aquel viejo somier en donde se realizaba el pago, por parte del payaso-encargado de mantención, que a mi parecer es un momento mágico). Son también entrañables los temidos "Trogloditas" que habitan en las cloacas y a los cuales la enamorada hija acude para conseguir ayuda en su afán por salvar a su payaso amado, payaso que por lo demás terminamos queriendo todos aquellos que nos quedamos en los detalles, la ternura y el romanticismo. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Quelentaro

Q uiero hacer este homenaje ahora porque no quiero llegar con él cuando sea tarde. Remontarme a la infancia porque aunque resulte inapropiado, una irresponsabilidad de mis padres o quién sabe qué cosa....lo que más recuerdo de mi infancia son las coplas del dúo Quelentaro . Eran un conjunto en un comienzo (cosa que muy pocos en realidad saben) después pasaron a ser un dúo y gran parte de los años ochenta era solo Gastón el que cargaba con el pesado nombre del arte que para tantos de nosotros es enorme debido a que su hermano Eduardo tuvo que partir en palabras propias de ellos, a lejanas tierras. La poesía y la música de Quelentaro vienen de la tierra, se conecta con aquellos que a tumbos hemos ido caminando la vida. Su arte es decididamente más comprometido y menos masivo que el de otros cantores populares....pero este homenaje no es por lo artístico; es porque aunque ellos no lo saben del todo; mis propios caminos se han topado algunas veces con los de ellos. Cuando E...

Casas de cartón

N o tenía la menor idea de que Marco Antonio Solis había grabado una versión de la canción, ni que vendieran casas de cartón para que jueguen los niños que pueden comprarlas. El caso es que buscando información sobre el (a estas alturas) innegable aumento de casas de cartón, palos y latones alzadas en la principal avenida de la ciudad en que transito, no me fue de ningún modo posible, evitar recordar una de las canciones de aquel furibundo, y dulzón, cantautor que fue el venezolano Alí Primera. Tenemos como nunca a vista y paciencia de quien use sus ojos para ver lo que no conviene de ningún modo mirar... a personas durmiendo en la calle. Puede ser que como una inevitable consecuencia de aquello del individualismo usted me pueda decir que son desarraigados, drogadictos y vagos que se niegan a ser responsables como aparentemente usted y yo lo somos pero, resulta que me he acercado a algunas de estas casas que juntas, frente a las universidades y clubes de gente bien, conforman fami...

Tres hermanos (1981)

C uando terminamos de ver una película que nos tuvo cautivados más por sus silencios que por sus contenidas actuaciones. Cuando oímos sorprendidos que los problemas de la justicia, las reivindicaciones sociales y del amor definitivamente parecen ser siempre los mismos y aún así, sentir un extraño estremecimiento minutos después de haberla terminado de ver; pienso que es una película que hay que ver. Tres hermanos es una película sobre hombres, sobre la manera en que sobrellevamos nuestras emociones. Dirigida por Francesco Rossi y protagonizada por Phillipe Noire , Michelle Placido y Vitorrio Mezzogiorno en los roles de los tres hermanos que vuelven al pueblo donde crecieron con motivo de la muerte de su madre. Allí les espera su padre, un conmovedor Charles Vanel , que parece ser, junto a su nieta (la que viaja con  su padre; el menor de los hermanos) los únicos que realmente sienten la perdida. Uno juez, el otro trabajador social en un hogar de niños con  diversa...